Una vez concluido el puente «Guadalupe-Reyes» no faltará quien busque un régimen alimenticio para perder los kilitos ganados o simplemente para tener una dieta más saludable.
Los manjares de las fiestas decembrinas, el ponche y en ocasiones hasta la falta de ejercicio por las desveladas, propician que algunas personas suban a la báscula para percatarse de un incremento en su peso corporal. Pero la rosca de reyes puede ser el punto final del exceso de carbohidratos para regresar al organismo a su estado habitual. Una opción es la llamada Dieta de la Zona.
Barry Sears, creador de la Dieta de la Zona explica que este régimen alimenticio tiene que ver con cómo afecta la comida nuestras hormonas y cómo el objetivo es mantener esas hormonas generadas por los alimentos que consumimos dentro de una zona que no sea ni demasiado elevada ni demasiado baja.
Esta dieta se basa en los lineamientos dietéticos establecidos por la facultad de medicina de la Universidad de Harvard para tratar la obesidad y la diabetes.
Barry Sears comenta que las reglas son bastante sencillas: dividir el plato en 3 secciones iguales. En un tercio del plato se pone proteína de poca grasa como pollo o pescado que no sea más grande que la palma de la mano. Los otros dos tercios del plato se llenan hasta que rebosen de carbohidratos coloridos, que se llaman frutas y verduras. Y finalmente, se agrega una pequeña cantidad de grasa monoinsaturada (este tipo de grasa es la de origen vegetal que se encuentra en el aguacate o el aceite de oliva y ejerce un efecto protector para la ateroesclerosis, contribuyendo a prevenir los infartos).
Dice Barry Searse que los beneficios de estar en la zona son la eliminación de grasa corporal excesiva, reducción del desarrollo de enfermedades crónicas y envejecimiento a un ritmo más lento.
La teoría de la zona implica un desbalance hormonal en el organismo, como principal factor desencadenante de la obesidad.
Dice Barry Searse que si engordamos es porque nuestras hormonas, y sobre todo la hormona insulina, están fuera de esa zona.
Uno de los principales objetivos de la dieta de la zona es prevenir la resistencia a la insulina, que se considera un estado previo a la diabetes.
Todo régimen alimenticio saludable debe acompañarse de actividad física de preferencia todos los días con la finalidad de mantener con buen ritmo el metabolismo y evitar el almacenamiento innecesario de grasa.