Los adolescentes están en riesgo de padecer trastornos auditivos graves y crónicos por su exposición a la música excesivamente alta y otros ruidos fuertes, pero un estudio reciente realizado por la Dra. Deepa L. Sekhar, pediatra de la Facultad de Medicina de Penn State University en Hershey en Pensilvania, demuestra que los padres no siempre advierten de la gravedad de la situación ni hablan con sus hijos sobre el asunto.
Los padres están empezando a darse cuenta de los peligros de la exposición excesiva al ruido, comenta la Dra. Sekhar, es un tema sobre el que los padres consultan frecuentemente. Los Centros de Control de Enfermedades de EUA, calculan que uno de cada ocho niños y adolescentes, padece disminución auditiva causada por la sobreexposición a los ruidos fuertes.
El equipo de la Dra. Sekhar reunió las respuestas que les enviaron más de 700 padres de adolescentes. Casi el 70% de los padres no había conversado con sus hijos sobre la exposición al ruido, principalmente porque pensaban que el riesgo real de que padecieran alguna lesión era bajo. Pero una cantidad casi similar expresó su deseo de reducir el tiempo que sus hijos pasaban escuchando música y limitar el acceso a otras fuentes de exposición excesiva a los ruidos para protegerles la audición, Los resultados del estudio se publicaron en la revista JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery.
En general, los padres quieren tomar medidas para proteger a sus hijos, pero a menudo subestiman los riesgos de la exposición.
Los padres con mayor formación y los que tenían hijos adolescentes más pequeños son los más inclinados a tomar precauciones, como limitar el tiempo para escuchar música y el acceso a lugares con mucho ruido, o insistir con las medidas de protección, como el uso de tapones para los oídos.
Algunos adolescentes sufren tanto daño auditivo que tienen problemas para comunicarse o acúfenos, un signo indiscutible de lesión de las células nerviosas de área del cerebro que maneja la audición. Para muchos jóvenes, el problema aparecerá 10, 20 o 30 años después, cuando se adelante o acelere la pérdida auditiva normal asociada con la edad.
Es importante que os padres opten por auriculares con limitadores de volumen y usen los controles de volumen de los dispositivos portátiles. También deben conversar con sus hijos sobre el uso de protectores auditivos en los lugares con mucho ruido, como los recitales, las clases en las que se usan máquinas o al cortar el césped.
Fuente: JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery