El Síndrome de Reye, es un daño cerebral súbito y problemas con la función hepática de causa desconocida.
El síndrome se ha presentado con el uso de ácido acetilsalicílico, para tratar la varicela o la gripe en los niños. Sin embargo, se ha vuelto muy raro, ya que el ácido acetilsalicílico ya no se recomienda para uso rutinario en niños.
El síndrome de Reye se observa con más frecuencia en niños de 4 a 12 años de edad. La mayoría de los casos que ocurren con varicela se dan en niños de 5 a 9 años, mientras que aquellos que se presentan con la gripe (influenza tipo B) por lo general se dan en niños de 10 a 14 años.
Los niños con el síndrome de Reye se enferman de manera muy repentina, en general se presenta después de una infección de las vías respiratorias altas o de una varicela, aproximadamente una semana después.
El síndrome de Reye comienza con vómito que dura por muchas horas, el vómito es seguido rápidamente por un comportamiento irascible y agresivo. A medida que la afección empeora, el niño puede ser incapaz de permanecer despierto y alerta.
Otros síntomas del síndrome de Reye son: Confusión, letargo, pérdida del conocimiento o coma, cambios en el estado mental, náuseas y vómitos, crisis epilépticas, posición inusual de brazos y piernas (postura de descerebración: los brazos extendidos y derechos apuntando hacia el cuerpo, las piernas se mantienen estiradas y los dedos de los pies apuntan hacia abajo)
Otros síntomas que pueden son: Visión doble, hipoacusia, dificultades en el habla, debilidad en brazos o piernas.
Los exámenes que se realizan para diagnosticar el síndrome de Reye son: Análisis bioquímico de la sangre, TC de la cabeza o IRM de la cabeza, biopsia del hígado, pruebas de la función hepática, examen de amoníaco sérico, punción raquídea
No hay ningún tratamiento específico para el Síndrome de Reye, el médico vigilará la presión intracerebral, la gasometría arterial y el equilibrio ácido-básico (pH) de la sangre.
Los tratamientos que se pueden realizar son: Soporte respiratorio (se puede necesitar un respirador durante un coma profundo), líquidos por vía intravenosa para suministrar electrolitos y glucosa, esteroides para reducir la inflamación en el cerebro
El pronóstico depende de la severidad del coma y de otros factores.
Las posibles complicaciones son: Estado de coma, daño cerebral permanente, crisis epilépticas
Sin tratamiento médico, las crisis epilépticas y el coma pueden ser potencialmente mortales.
Nunca le suministre ácido acetilsalicílico a un niño, a menos que sea autorizado por el médico.
Cuando un niño tenga que tomar ácido acetilsalicílico, tenga cuidado de reducir el riesgo de que éste contraiga una enfermedad viral, como gripe y varicela. Evite igualmente el uso de ácido acetilsalicílico durante algunas semanas después de que el niño haya recibido la vacuna contra la varicela.
Importante: medicamentos de venta libre, como el Pepto-Bismol y los compuestos que contengan aceite de gaulteria, también contienen salicilatos. No le suministre estas sustancias a un niño con resfriado o fiebre.