Afecciones físicas y emocionales generadas, entre otras causas, por el incremento de responsabilidades ante la migración del cónyuge, dan origen al Síndrome de Penélope, afección que se presenta hasta en el 50 % de las mujeres que habitan en zonas rurales de alta intensidad migratoria.
El Dr. Gustavo López Castro, investigador del Colegio de Michoacán, presentó este trabajo de investigación, durante el Curso Binacional de Migración y Salud, que organizaron de manera conjunta la Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad de California.
Este trabajo es resultado de un estudio aleatorio realizado en 235 mujeres, habitantes de 10 comunidades rurales de alta migración del Noreste de Michoacán, donde se aplicaron cuestionarios estandarizados para encontrar casos de ansiedad y depresión.
Señaló que como resultado, se encontraron tasas del doble del promedio nacional; el 41.72 % de las mujeres presenta ansiedad y el 54.31 % depresión, aseguró que este problema de salud se presenta en las distintas comunidades del país que tienen altos índices de migrantes.
Este tema no ha sido muy analizado, investigado, ni por psicólogos, sociólogos y representa en muchas comunidades del país un grave problema de salud.
Los síntomas físicos que se presentan durante el Síndrome de Penélope son: hipertensión arterial, padecimientos metabólicos como diabetes, taquicardia, dificultad para respirar, mareos, hormigueos, desvanecimiento, cansancio y debilidad.
Los problemas emocionales detectados en esta investigación son malestar general, ansiedad, tristeza, desánimo, falta de motivación, sentimientos de culpa, depresión y nervios.
El investigador mencionó como fuentes de estas afecciones, una sobrecarga de responsabilidades para la mujer, el asumir consecuencias en la toma de decisiones, tener que administrar remesas, hacerse cargo de la educación y formación de hijos, del cuidado de parcela o animales, entablar negociación con la familia política, enfrentar el acoso de hombres que se quedan e incertidumbre por el comportamiento sexual del marido.
Explicó que el nombre de este síndrome, obedece a que en Europa desde hace años los médicos, psiquiatras y psicólogos han identificado un conjunto de síntomas asociados con la migración y le llaman el Síndrome de Ulises, entonces se utilizó el paralelismo con la mitología griega.
Ulises es el que viaja, se va a la Guerra de Troya y pasa 20 años sin regresar a su hogar y Penélope es la esposa que lo espera, que está sometida a problemas de estrés, de acoso sexual, teje por el día y desteje por la noche una colcha, pues si la termina se deberá casar con alguien.
Agregó que acudieron a la misma analogía, para englobar en un solo término, todos estos procesos que pueden incidir en la salud física y emocional de las mujeres de migrantes y resaltó que los principales problemas de salud, relacionados con la migración tanto de los que se van, como los que se quedan, están relacionados con la salud emocional.