El Síndrome Post Orgásmico es considerado un trastorno raro cuyos síntomas van desde el dolor de cabeza hasta la fotofobia o la depresión.
El Síndrome Post Orgásmico (POIS, por su sigla en inglés) es un mal catalogado entre las llamadas enfermedades raras que afecta a algunos hombres, quienes tras un acto sexual sufren en menos de una hora una serie de síntomas cuyo grado y aparición varían en cada caso.
Tras tener una relación sexual absolutamente normal y satisfactoria, o simplemente tras una masturbación o una eyaculación involuntaria, algunos hombres comienzan a tener síntomas que incluyen dolor de cabeza, intolerancia a la luz y una profunda sensación de tristeza y vacío, en lugar de satisfacción y plenitud. A eso se le suma una sensación de cansancio capaz de postrarles en la cama, mientras que la capacidad de concentrarse o, incluso hablar, quedan disminuidas.
Esta condición, descubierta para la literatura médica en el año 2002, representa un reto para la comunidad científica. Diez años después todavía no se explica cuáles son los mecanismos que desarrollan este síndrome, por qué se produce sólo tras la eyaculación y lo más importante para los afectados: ¿qué tratamiento puede ser efectivo para contrarrestar estos dolores?
El Dr. Martínez Salamanca, especialista en Urología y en Sexualidad del Hospital Universitario Puerta de Hierro en Madrid, explica que, aunque se han hecho algunos estudios, todavía no hay datos concluyentes, por lo que si todavía no se saben las causas que lo provocan, menos se conoce un remedio.
Entre las hipótesis que siguen los científicos, muchos apuntan a motivos puramente psicológicos, algo que pacientes y médicos descartan. Otro problema de este síndrome es que existen dos tipos, Está el Síndrome de enfermedad post orgásmica primario, que son aquellas personas que desde siempre han sentido estos problemas al eyacular; y el Síndrome de enfermedad post orgásmica adquirido, que lo han desarrollado por algún mecanismo que todavía se desconoce y que ha dado lugar a que muchos científicos piensen que el origen de este síntoma es psicológico.
Otra vía de investigación apunta a la alergia al semen. En 2009, el holandés Marcel Waldinger llegó a esta teoría al investigar a 45 pacientes que permitieron someterse a una prueba de alergia en la piel que utilizaba su propio semen en forma diluida. Posteriormente, los resultados determinaron que 88% de ellos tuvieron una reacción alérgica.
Los Drs. Fernández Alonso y Martínez Salamanca se inclinan a pensar que se trata de un problema con base neurobiológica. Ambos creen que esta afección se explica por alteraciones en las hormonas que se generan en el momento del orgasmo y en los neurotransmisores.
Los especialistas enfatizan los peligros de automedicarse sin control médico, hasta que se encuentre una base común sobre esta enfermedad.