Las personas con síntomas de gripe, como cansancio extremo, fiebre, dolores musculares y ganglios inflamados deben evitar el esfuerzo físico mientras están enfermas y por lo menos durante dos semanas tras recuperarse.
Los atletas de resistencia, como quienes corren maratones, los triatletas, deben ser mucho más cuidadosos. Durante 72 horas tras una sesión de ejercicio de resistencia de alta intensidad, estos atletas pueden ser vulnerables a las enfermedades. Las rutinas intensas de ejercicio elevan temporalmente los niveles de las hormonas cortisol y adrenalina, que reducen la inmunidad, explican los expertos del Consejo Americano del Ejercicio.
Para las personas con síntomas del resfriado común, como el escurrimiento nasal, el dolor de cabeza y una tos leve, el ejercicio moderado, como caminar, se considera seguro. Sin embargo, es una buena idea que las personas con un resfriado presten atención a su cuerpo y reduzcan la intensidad del ejercicio hasta que los síntomas desaparezcan.
Todo el que tenga un resfriado debe evitar hacer ejercicio en un gimnasio o en grupos para reducir el riesgo de contagiar su enfermedad a los demás.