Riñón poliquístico, es un padecimiento que ocasiona la formación de numerosos quistes en el riñón, provocando inflamación y alteración en este órgano, además de infecciones renales recurrentes y un incremento en la producción de eritropoyetina, que es la sustancia encargada de producir los glóbulos rojos.
También puede ocasionar consecuencias como quistes en el hígado, páncreas y testículos, además de hipertensión arterial, aneurismas cerebrales y divertículos en el colon.
Esta enfermedad se presenta tanto en niños pequeños, como en adultos y afecta por igual a mujeres y hombres.
Los principales síntomas son: Sensibilidad o dolor en el abdomen, dolor de espalda, sangre en la orina, infecciones en las vías urinarias, somnolencia, hipertensión arterial.
Las causas son de origen genético, se estima que si un padre es portador de este gen, su descendencia tiene un 50% de posibilidades de desarrollarlo.
Los métodos de diagnóstico se basan en análisis de orina y un examen de sangre denominado Conteo Sanguíneo Completo que determina si hay un exceso de glóbulos rojos, se puede confirmar con una ecografía, tomografía y resonancia magnética del abdomen, para detectar los quistes.
Los quistes provocan que los riñones dejen de funcionar, por lo que el paciente debe recurrir a la hemodiálisis o a un trasplante, ya que hasta ahora es incurable, por ello los tratamientos se enfocan a reducir el dolor y molestias y prolongar la vida del paciente lo que se puede lograr mediante el uso de medicamentos para controlar la hipertensión arterial, analgésicos para combatir el dolor y en algunos casos se puede recurrir a la cirugía para extirpar algunos quistes que ocasionan dolor lumbar.
El tratamiento se dirige también a controlar los dolores de cabeza generados por aneurismas o vasos sanguíneos dilatados a nivel cerebral y contempla el uso de antibióticos para combatir las infecciones urinarias.