Científicos en EUA encontraron un vínculo entre el consumo de sopa enlatada y un incremento en las concentraciones de un compuesto tóxico que es perjudicial para la salud.
Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, encontraron que los voluntarios que comieron sopa enlatada durante cinco días mostraron un aumento de más de 1,000% en las concentraciones de bisfenol A (BPA) en la orina.
Cuando los mismos individuos comieron una sopa natural durante otros cinco días no se encontró la sustancia. Tal como señalan los científicos en la revista Journal of the Medical Association, ésta es la primera vez que un estudio puede cuantificar niveles de BPA en humanos tras la ingestión de productos enlatados.
El bisfenol A, que se utiliza en la producción de plásticos y resinas, ya ha sido anteriormente vinculado con efectos perjudiciales para la salud.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EUA, publicó un informe en 2010 en el que expresó preocupación por los efectos de la exposición a BPA de fetos, bebés y niños pequeños.
Ese mismo año Canadá fue el primer país que declaró al BPA una sustancia tóxica y junto con parte de la Unión Europea, prohibieron la sustancia en la producción de biberones.
Las resinas de BPA, sin embargo, continúan utilizándose en otros productos, incluido el recubrimiento de las latas de metal para contener alimentos y bebidas, en botellas de plástico de policarbonato y en selladores dentales.
Se sabe que muchas latas de comida en su recubrimiento interior tienen materiales que contienen bisfenol A comenta el Dr. Miguel Porta Serra, catedrático de salud pública de la Universidad Autónoma de Barcelona. Pero no es lo mismo saber lo que lleva la lata que lo que lleva la persona.
La investigación de Harvard involucró a 75 voluntarios que fueron sometidos a pruebas de orina después del consumo de sopa enlatada durante cinco días.
Se encontró un incremento de 1.221% de BPA, comparado con los niveles de los mismos individuos después de comer sopa natural durante cinco días.
También ha sido vinculado con enfermedad cardiovascular, diabetes y obesidad en humanos. Pero estos resultados, son relevantes, dada la cantidad de BPA que se produce en el mundo. Se calcula que la producción anual mundial es de unos dos millones de toneladas.
Y según el experto, no se descarta la posibilidad de que este compuesto sea un factor que está contribuyendo a la epidemia de obesidad y diabetes que azota al mundo.
Hay pocos estudios sobre los efectos dañinos del bisfenol A en humanos, pero los resultados de laboratorio y con animales son sumamente preocupantes.
Algo tiene que estar detrás del aumento de la obesidad y diabetes en el mundo, y hay mucha evidencia que muestra que el bisfenol A podría ser lo que se conoce como obesogénico, es decir que podría causar obesidad y diabetes.