Un análisis de muestras de líquido cerebroespinal de adultos sin alteraciones cognitivas revela que los participantes que tenían un valor elevado de presión arterial eran más propensos a tener biomarcadores de la Enfermedad de Alzheimer que aquellos con un valor normal.
La presión arterial es un indicador de envejecimiento del sistema vascular y está asociado con el deterioro cognitivo y la enfermedad cerebrovascular.
La asociación entre la presión arterial elevada y los biomarcadores de la Enfermedad de Alzheimer surgió en los primeros estadios de la enfermedad, si la presión arterial es la causa de esta asociación, su reducción podría alterar el proceso de la Enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas, existe la noción de que el envejecimiento vascular contribuye con la patofisiología de la Enfermedad de Alzheimer a través de las perturbaciones de los mecanismos de eliminación de la proteína beta amiloide o la disfunción de la barrera sangre-cerebro, pero pocos estudios habían demostrado la asociación directa entre la enfermedad vascular y la Enfermedad de Alzheimer.
En laboratorio se han estudiado la relación entre la presión arterial y la Enfermedad de Alzheimer desde hace un tiempo, se ha encontrado que la presión del pulso predice el deterioro cognitivo en los adultos mayores sin trastornos mentales y que está asociada con la enfermedad cerebrovascular en las personas con Alzheimer.
El estudio identificó una asociación entre la presión del pulso y los biomarcadores del Alzheimer en el líquido cerebroespinal de personas sin trastornos cognitivos, lo que sugiere que existiría una relación entre el envejecimiento vascular y la patofisiología de la Enfermedad de Alzheimer en las primeras etapas.
El estudio incluyó a 177 adultos, de entre 50 y 100 años, sin trastornos cognitivos, accidentes cerebrovasculares previos ni Enfermedad de Alzheimer. A todos se les tomó la presión del pulso y se les realizó una punción lumbar para determinar los niveles de beta amiloide 1-42 (BA42) y tau fosforilada (p-tau) en el LCE.
En un análisis de variables múltiples, el aumento de la presión arterial estuvo significativamente asociado con un aumento del nivel de p-tau (p=0,002), una reducción de AB-42 (p=0,01) y una mayor relación p-tau/AB-42 (p<0,001). Tras controlar las covariables importantes, la presión arterial se mantuvo asociada con el nivel de p-tau (p=0,0196) y la relación p-tau/AB-42 (p<0,001), no así con AB-42 (p=0,35). Los resultados sugieren que las fuerzas de la circulación sanguínea están asociadas con la aparición de signos claves de la Enfermedad de Alzheimer que provocan la pérdida de células cerebrales. El equipo destacó que el aumento de la presión arterial estuvo asociado con todos los biomarcadores evaluados en los adultos de entre 55 y 70 años, pero no en los mayores de 70 años. Los próximos estudios sobre la relación longitudinal entre la presión del pulso y los marcadores de la enfermedad cerebrovascular, la disfunción de la barrera sangre-cerebro y la Enfermedad de Alzheimer explicarían la relación entre el envejecimiento vascular y el Alzheimer. Fuente: Neurology.