Comer pescado durante el embarazo puede ser tanto un riesgo como un beneficio, dependiendo del tipo de pescado que se coma, revela un estudio realizado por investigadores del Hospital Brigham y de Mujeres y de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.
La investigación encontró que la exposición al mercurio durante el embarazo, cuya fuente principal es el consumo de pescado, incrementa el riesgo de que el niño desarrolle trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) más tarde en la vida, se sabe que el mercurio es un agente neurotóxico vinculado a problemas del desarrollo.
Una de las principales fuentes de exposición a este compuesto en el ser humano es el consumo de pescado, que contiene altos niveles de mercurio, por eso los expertos recomiendan a las mujeres embarazadas que limiten su consumo de pescado a no más de dos porciones a la semana.
El pescado, sin embargo, también es una fuente importante de nutrientes, como ácidos grasos omega 3, que se sabe benefician el desarrollo del cerebro.
Los investigadores querían establecer los riesgos y beneficios, y su vínculo con problemas de desarrollo en el niño, en particular con trastornos vinculados a la hiperactividad, más tarde en la vida.
El estudio, fue publicado en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, y encontró que algunos tipos de pescado protegen contra el TDAH, mientras otros lo incrementan.
Esta dualidad muestra que es posible para una mujer embarazada comer pescado nutricionalmente beneficioso sin verse expuesta a demasiado mercurio, se calcula que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, afecta a aproximadamente 10% de los niños en todo el mundo.
El estudio involucró a cerca de 400 niños, al poco tiempo de nacer, los investigaciones recogieron muestras de cabello de sus madres para analizar sus niveles de mercurio.
También pidieron a las madres que llenaran un cuestionario para determinar cuánto pescado habían consumido durante el embarazo, ocho años más tarde los científicos sometieron a los niños a pruebas para medir sus conductas vinculadas al trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Los resultados mostraron que los niños cuyas madres tenían niveles más altos de mercurio durante el nacimiento, tuvieron más probabilidades de mostrar conductas vinculadas al trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Estos niveles de mercurio, dicen los científicos, eran incluso menores que los que se han considerado potencialmente peligrosos en estudios previos, los investigadores también encontraron que los niños de las madres que dijeron haber comido más de dos porciones de pescado a la semana, mostraron menos riesgo de trastorno por déficit de atención con hiperactividad que los de aquéllas que se limitaron a las dos porciones.
Esta dualidad de riesgos y beneficios se puede explicar por el tipo de pescado y los niveles de mercurio que contienen.
Estudios pasados, dicen, han mostrado que las embarazadas deben evitar el consumo de pescado que contiene niveles más altos de mercurio, como tiburón, pez espada, pargo, cavalla y atún fresco.
Pero hay pescado con niveles bajos de mercurio, como lenguado, merlán y salmón, que pueden ser seguros durante el embarazo y una buena fuente de nutrición.
El mensaje más importante del estudio es que hay que comer pescado porque estos efectos protectores son muy importantes. Pero hay que evitar todo aquél pescado que contenga altos niveles de mercurio.