Riesgo de diabetes por el consumo de jarabe de maíz de alta fructuosa

El jarabe de maíz es citado por muchos nutriólogos como causa de la obesidad y esta relacionado con muchos problemas de diabetes tipo 2

Las tasas de diabetes son más altas en los países que consumen mucho jarabe de maíz alto en fructosa, según un estudio realizado por el Dr. Michael Goran, profesor de medicina preventiva y director del Centro de Investigación sobre la Obesidad Infantil de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.
 
En EUA y en otros lugares, el jarabe de maíz alto en fructosa está presente en todos los refrescos, en los productos horneados dulces y en muchos alimentos procesados. Pero el estudio reciente muestra que conforme aumenta el consumo del jarabe de maíz alto en fructosa en un país, aumenta también el número de casos de diabetes tipo 2.

El estudio llega a la conclusión de que en los países donde el uso de este edulcorante es alto, la prevalencia de la diabetes es un 20% mayor en relación a aquellos países donde no se usa tanto.

La asociación entre el consumo de jarabe de maíz alto en fructosa y el riesgo de diabetes se mantuvo sin importar cuál fuera el consumo total de azúcar de los individuos o si eran obesos o no. Según los autores del estudio, el edulcorante cuenta con algo que favorece el riesgo de diabetes más que cualquier otro azúcar.

Ese 20% de mayor prevalencia de la diabetes tipo 2 en países en que se consume mucho jarabe de maíz alto en fructosa no se explica por diferencias en la población en cuanto a [los niveles de] obesidad, señala el Dr. Goran.

Los hallazgos aparecen en la revista Global Public Health.

La diabetes tipo 2, relacionada normalmente con la obesidad, sigue siendo una de las causas más comunes de mortalidad en el mundo. Según el equipo del Dr. Goran, casi el 8%  de las personas a nivel mundial podrían sufrir de diabetes en 2030. Gran parte del riesgo se encuentra en los países en desarrollo, en los que se está dando un giro a sus dietas hacia unas más occidentales con alimentos altos en carbohidratos y azúcares.

En el estudio, los investigadores analizaron los datos de la prevalencia de diabetes y el índice de masa corporal recogidos en 2000, 2004 y 2007 por el Grupo Colaborador de la Carga Global de los Factores de Riesgo Metabólicos. Esta información se recogió de adultos mayores de 20 años en 199 países.

El equipo también recogió los datos de la Organización de las Naciones Unidas sobre el consumo de alimentos en varios países para evaluar hasta qué punto varios azúcares y cereales formaban parte de la dieta básica del lugar. Al final, el equipo del Dr. Goran pudo obtener información sobre el consumo de jarabe de maíz alto en fructosa en 43 países.

Los investigadores hallaron que el IMC, las calorías diarias y el consumo total de azúcar (incluidos todos los tipos de azúcar) eran comparables entre los diferentes países, sin importar el nivel de consumo de jarabe de maíz alto en fructosa.

Aun así, los países en los que más se usaba el edulcorante también tenían unas tasas mucho más altas de diabetes que los países con un menor consumo.

Los estadounidenses son quienes más consumen el jarabe de maíz alto en fructosa con diferencia, con 25 kilos (55 libras) por persona al año. Según los investigadores, desde finales de los años 90, el edulcorante forma parte de alrededor del 40%  de todos los azúcares hallados en los alimentos de EUA y sigue siendo el que más presencia tiene en los refrescos.

Los países con mayor consumo tienen un promedio de prevalencia de la diabetes tipo 2 del 8%, en comparación con solo el 6.7% en aquellos que consumían menos, esa diferencia equivale a grandes rasgos a un salto del 20%  en el número real de casos de diabetes.

En otras palabras, se trata del bueno, el malo y el feo: de modo que una manzana (que contiene unos 10 gramos de fructosa) sería el bueno; la fructosa presente en el azúcar de mesa, el malo, y la fructosa del jarabe de maíz alto en fructosa, el feo.

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