Si usted es una mujer que fuma y busca otro motivo para dejar de hacerlo, piense en esto: un nuevo estudio encuentra una relación entre el uso de tabaco y el cáncer de piel.
El estudio realizado por la Dra. Dana Rollison, del departamento de epidemiología del cáncer del Centro Oncológico Moffitt en Tampa Florida, halló que las mujeres que tenían cáncer de piel de células escamosas eran más propensas a haber fumado que las que no sufrían de la enfermedad. Y las que habían fumado durante al menos 20 años tenían el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de piel de células escamosas, una forma de cáncer de piel menos agresiva que el melanoma.
Ya antes se habían notado diferencias hormonales que afectan la metabolización de la nicotina y la capacidad del organismo de reparar el daño del ADN pulmonar provocado por fumar, lo que sugiere que la hormona femenina estrógeno quizás tenga algo que ver.
El estudio, aparece en la revista Cancer Causes Control.
Para el estudio, se comparó a 383 pacientes de cáncer de piel con 315 personas que no padecían de la enfermedad, se preguntó a los participantes cuánto fumaban, cuándo habían comenzado a hacerlo y el número total de años que habían fumado. El estudio incluyó a un total de 355 hombres y 343 mujeres. Todos eran blancos, el grupo en mayor riesgo de cáncer de piel, los riesgos para ambos tipos de cáncer de piel no melanoma se analizaron por separado, compensando por la presencia de otros factores de riesgo.
Los investigadores hallaron que mientras más fumaban las personas, más probable era que tuvieran cáncer de piel, los hombres que tenían cáncer de piel de las células basales eran significativamente más propensos a haber fumado durante al menos veinte años que los hombres sin cáncer.
Aunque quizás solo sea una diferencia genética (entre hombres y mujeres), los hombres tienden a tener más exposición al sol sin protección en sus vidas, los hallazgos del estudio no resultan sorprendentes pues sabemos que el humo de cigarrillo contiene carcinógenos y los fumadores tienen la cara rodeada de humo y ceniza todo el día.
El cáncer de piel no melanoma es la forma de cáncer más común en EUA, donde se tratan anualmente dos millones de casos, según los Institutos Nacionales de Salud de EUA. El cáncer de células escamosas ocurre en la epidermis, la capa superior de la piel, y puede propagarse a otros órganos, El cáncer de células basales ocurre en la dermis, la capa de la piel debajo de la epidermis. Aunque no se propaga a otros órganos, es mucho más común que el cáncer de células escamosas.