Reducir el tamaño de las porciones del plato principal del almuerzo permite agregar más frutas y verduras como acompañamiento y consumir menos calorías totales, comenta Jennifer Savage, especialista en ciencias de la nutrición de la Pennsylvania State University en EUA.
Savage y su equipo de investigación aseguran que los resultados del estudio les proporcionan a los padres una estrategia para alentar a sus hijos a ingerir más verduras, mientras la obesidad infantil sigue aumentando y no consumen las porciones de frutas y verduras recomendadas.
Hay que ser cuidadosos (con los platos principales) y servir las porciones adecuadas para cada edad, si los niños quedan satisfechos con la entrada, seguramente dejarán para el final las verduras y las frutas. Los padres tienen que animarse a preguntarles si quieren todo el sándwich o sólo la mitad.
Para realizar el estudio n un establecimiento preescolar de Pensilvania, un equipo les sirvió a 17 niños seis variedades del mismo almuerzo un día por semana, las comidas incluían distintas cantidades de menos de la mitad de una taza y media de fideos con queso como plato principal, junto con una gran cantidad de chícharos y puré de manzanas sin azúcar, más un pan de granos integrales y leche.
El equipo Savage, observó que a mayor tamaño de la entrada, más fideos con queso y menos acompañamientos saludables comían los niños, los preescolares comieron casi toda la porción pequeña de fideos con queso, con unas 145 calorías. Pero también comieron casi todas las porciones más grandes y sumaron 390 calorías del plato principal.
Cuando se les sirvió la entrada más pequeña, los niños comieron casi la mitad de los acompañamientos saludables, incluidas las frutas y las verduras, comparado con apenas un cuarto cuando recibían la porción más grande de fideos con queso.
La cantidad total de calorías que los niños consumieron en el almuerzo también varió según el tamaño de la entrada: 506 calorías con la porción más grande y 315 con la porción más pequeña. Uno de los problemas más comunes, es que los padres organizan el lunch de sus hijos con un plato principal demasiado grande, en parte porque les preocupa que sus hijos padezcan hambre.
La porción completa de fideos con queso es adecuada para el almuerzo de un adulto, pero no para un niño, un niño de 4 años no toma decisiones saludables en esa situación.
Los padres y los hermanos mayores deben dar el ejemplo a los más pequeños al elegir “snacks” saludables y consumir más acompañamientos nutritivos en las comidas.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Fuente: American Journal of Clinical Nutrition