La asexualidad es la falta de orientación y deseo sexuales, las personas asexuales no sienten atracción sexual o física hacia otra persona y no sienten deseo por el placer sexual; por lo que no encajan dentro de ninguna orientación sexual definida y no es habitual que suelan enamorarse o tengan pareja.
Muchas de ellas se muestran socialmente muy activas y cultivan un gran grupo de amigos que sepan comprenderles y apoyarles. Las personas asexuales tienden a crear un lazo afectivo hacia su pareja (si la tienen), aunque éste no implique el sexo de por medio. Algunos asexuales incluso se involucran sentimentalmente con otras personas, pese a que la barrera de amistad y relación no queda definida muy claramente y puede resultar ambigua.
Las personas que se consideran a sí mismas como asexuales habitualmente son tratadas como enfermas o se considera que usan esa condición para encubrir todo tipo de traumas y/o miedos e inseguridades relacionados con el sexo u orientaciones sexuales que puedan ser mal vistas por la sociedad o por su propio entorno.
Pese a que existen tratamientos médicos para aumentar el apetito sexual, muchas personas asexuales rehuyen seguirlo al no considerarlo un problema ni físico ni psicológico.
Hay desacuerdo acerca de si la asexualidad es una orientación sexual legítima: hay quien argumenta que es una forma de deseo sexual inhibido. También se sugieren otras causas entre las que se incluyen abusos sexuales en el pasado, represión sexual (ya sea ésta homosexual o heterosexual), problemas hormonales, sublimación, o no haber conocido a la persona.
Un estudio británico que incluía una pregunta acerca de la atracción sexual, un 1% de los encuestados respondió que nunca se sintió atraído por ninguna persona. El Kinsey Institute realizó un pequeño estudio que concluyó que: Los asexuales parecen caracterizarse más por un escaso deseo y excitación sexual que por niveles bajos de comportamiento sexual o niveles altos de represión sexual.
Hay diferencias entre la gente que se define como asexual, principalmente referidas a la ausencia de apetito sexual o atracción romántica. Algunos solo experimentan una de las dos, otros las dos y otros ninguna. Hay desacuerdo con respecto a cuál de estas configuraciones puede ser descrita genuinamente como asexual.
Respecto si los asexuales experimentan atracción romántica, ésta puede ser dirigida hacia uno o ambos géneros. Estos asexuales desean generalmente relaciones románticas (que pueden ir de vínculos informales al matrimonio) con su género o géneros preferidos, pero a menudo desearían que dichas relaciones no incluyeran actividad sexual. Según su orientación romántica algunos asexuales se definen a sí mismos como heterosexuales, homosexuales o bisexuales, esto está relacionado con el concepto de orientación afectiva.
No debe confundirse con el celibato. Sin embargo, es común escuchar en el habla coloquial que los asexuales son los perfectos candidatos para optar por la vida religiosa que requiere votos de castidad ya que la condición de asexual facilita el ser célibe.