La psicoterapia conductual apunta a modificar los pensamientos y las actitudes individuales hacia la alimentación y otros hábitos del estilo de vida, y a proporcionar herramientas prácticas para mejorarlos, como controlar el consumo diario de calorías y llevar un diario de comidas.
En el estudio, el Dr. Giulio Marchesini y su equipo de la Universidad de Bologna en Italia, indagó si lo que los pacientes obesos aprenden con la Terapia Conductual tendría un efecto cascada en sus familias.
Para eso, entrevistaron a los familiares de 149 pacientes obesos, el plan incluye 12-15 reuniones grupales semanales.
A los seis meses de iniciar el programa, los familiares de los pacientes (principalmente las parejas y los hijos adultos) también habían incorporado algunos cambios positivos: consumían unas 200 calorías diarias menos que al inicio del estudio e ingerían algo menos de grasa y carbohidratos refinados que antes, y más frutas.
Todo eso se tradujo alrededor de 1 kg menos de peso en promedio, aunque el efecto fue superior en los 35 familiares que también eran obesos. Este subgrupo adelgazó unos 3 kg y siete de ellos pasaron a tener sobrepeso, en lugar de obesidad.
La Terapia Conductual en un integrante familiar tendría un efecto cascada en el resto de la familia, comenta el Dr. Marchesini.
Un motivo sería la voluntad de los familiares de realizar cambios positivos, como eliminar los productos dulces de la cocina, para ayudar a la persona que realiza la terapia.
Y lo más probable es que el paciente que realiza Terapia Conductual imponga ciertos cambios saludables en el hogar. La mayoría de los pacientes con bajo TCC (101 de 149) era mujer y estaban a cargo de la planificación de las comidas en el hogar.
Fuente: Journal of the American Dietetic Association