Uno de los efectos secundarios de la microgravedad que experimentan los astronautas en los vuelos espaciales es la pérdida de densidad ósea que conduce a la osteoporosis.
La pérdida de densidad ósea conduce a un desequillibrio en los isótopos de calcio que puede medirse prematuramente.
Científicos de la Universidad Estatal de Arizona y de la NASA dirigidos por el Dr. Ariel Anbar, en EUA, desarrollaron un análisis para detectar prematuramente la osteoporosis.
Cuando los astronautas sufren pérdida de densidad ósea muestran síntomas similares a la enfermedad que en la Tierra afecta a las personas mayores de 50 años, principalmente a las mujeres.
Actualmente es muy difícil detectar cuando una persona tiene riesgo de sufrir o está sufriendo osteoporosis.
Y sólo se diagnostica con una radiografía cuando el trastorno está avanzado o cuando el individuo sufre una fractura.
Por eso desde hace tiempo los científicos de la agencia espacial estadounidense están buscando formas de medir mejor la densidad ósea y poder detectar el trastorno prematuramente para poder mejorarlo. La densidad ósea es la medida de qué tan sólida y fuerte es la composición interior de los huesos.
Las células de los huesos están sometidas a continuos procesos de descomposición y regeneración, lo cual permite la reparación y desarrollo del esqueleto. El calcio, es un mineral abundante en el organismo y juega un papel esencial en este proceso.
Cuando ocurre un desequilibrio entre la descomposición y regeneración celular, esto conduce a una pérdida en la composición ósea y a un incremento en el nivel de calcio en la sangre.
El nuevo análisis, explican los investigadores en Proceedings of the National Academy of Sciencies (PNAS), Actas de la Academia Nacional de Ciencias, analiza detalladamente los isótopos del calcio presente en la orina.
Los isótopos son átomos de elementos que tienen números diferentes de neutrones en su masa.
La técnica del análisis está basada en un factor bien conocido por los físicos: los isótopos diferentes en un elemento químico pueden reaccionar a velocidades ligeramente diferentes.
Cuando los huesos se forman, los isotopos más ligeros del calcio entran al hueso un poco más rápido que los isótopos más pesados.
Esa diferencia, llamada fraccionamiento de isótopos, es la clave explican los investigadores.
Cuando ocurre un desequilibrio en la formación de hueso se ve un cambio en las proporciones de estos isótopos en el calcio.
El análisis utiliza un método muy sensible de espectometría de masas para medir esos niveles de isótopos en la orina.
Los científicos probaron el análisis en 12 individuos sanos que fueron confinados a un descanso en cama durante 30 días.
Cuando una persona permanece acostada ocurre una descarga del esqueleto, que provoca que los huesos que mantienen el peso del cuerpo dejen de funcionar.
Con el tiempo esto conduce a un deterioro del hueso y a la pérdida de densidad ósea.
Los pacientes que pasan períodos largos en cama sufren una pérdida similar a la de los pacientes con osteoporosis y los astronautas.
Los análisis de las muestras de orina de los participantes revelaron que la prueba logró detectar la pérdida de densidad ósea incluso una semana después del descanso en la cama, mucho antes de los cambios en la densidad que se detectan con los rayos X.
Lo que realmente querían saber es si la cantidad de hueso en el organismo está incrementándose o reduciéndose, el siguiente paso es ver si funciona de la misma forma en pacientes que sufren trastornos en los huesos, si es así, esto puede abrir la puerta a las aplicaciones clínicas.