Una proteína que se encuentra de forma natural en la sangre puede ofrecer la solución para proteger contra las enfermedades cardiovasculares, incluidos infartos del miocardio y enfermedad cerebrovascular que son la principal causa de muerte en gran parte del mundo.
Según científicos británicos dirigidos por los Dres. Karen Swales y David Bishop-Bailey, el compuesto, llamado PXR (receptor X de pregnano), es el encargado de activar un mecanismo que protege a los vasos sanguíneos de la acumulación de sustancias dañinas, responsables de varias enfermedades cardiovasculares.
El estudio, publicado en Cardiovascular Research, puede conducir a la creación de fármacos que incrementen el nivel de esta proteína para que el propio organismo se defienda de estas enfermedades, que involucran al corazón y los vasos sanguíneos, y que a menudo son causadas por la ateroesclerosis, un trastorno que provoca el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de depósitos de grasa y otras sustancias tóxicas.
Estas acumulaciones conducen a una obstrucción del flujo sanguíneo y oxígeno que eventualmente pueden provocar un infarto del miocardio o enfermedad cerebrovascular.
Se sabe que los principales factores de riesgo de estas enfermedades son los vinculados al estilo de vida, como una dieta rica en grasas, tabaquismo y sedentarismo, los cambios en el estilo de vida moderno han significado un drástico incremento en las tasas de estos trastornos en todo el mundo.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, más de 17 millones de personas mueren cada año a causa de alguna enfermedad cardiovascular, principalmente en los países de bajos y medianos ingresos.
Por eso muchos equipos de científicos en todo el mundo investigan herramientas que conduzcan a evitar los daños causados al sistema cardiovascular.
Descubrir que la proteína PXR puede proteger a los vasos sanguíneos tiene implicaciones enormes para la prevención de la enfermedad cardiovascular, pue tiene un papel protector en el hígado.
Aunque los investigadores pensaban que la PXR podía jugar un papel similar en las arterias, hasta ahora no había logrado confirmarse. Los análisis revelaron que el receptor puede encender diferentes mecanismos en los vasos, igual que en el hígado, estas proteínas pueden detectar una variedad de compuestos, agentes tóxicos foráneos y productos alimenticios en la sangre y una vez que los detectan echan a andar un mecanismo específico para atacarlas y desecharlas.
Debido a que la sangre viaja por todo el organismo, la PXR tiene el potencial de ofrecer protección no sólo con sus funciones en el hígado sino en cualquier parte de todo el organismo.
Si se logra manipular la PXR para activar los mecanismos de desintoxicación y antioxidación en los vasos sanguíneos, estaremos un paso más cerca de poder evitar al mayor asesino de muchos países.