La prohibición de grasas trans está funcionando en la ciudad de Nueva York, según un estudio dirigido por la Dra. Christine Curtis, directora de estrategias de nutrición del Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York, los clientes consumían menos de la grasa que daña el corazón tras la imposición de estrictos límites en los restaurantes
Los investigadores compararon los recibos de las compras de restaurantes de comida rápida en 2007, antes de la entrada en vigencia de la prohibición, con los de 2009, después de su entrada en vigor, la ingesta de grasa trans se redujo, informa la Dra. Curtis, se trata de una reducción sustancial.
La reducción promedio en las grasas trans por compra, que incluía comida para una sola persona, fue de 2.4 gramos, comenzó en 2.9 gramos de grasas trans por compra, y se redujo a 0.5 gramos.
La grasa saturada aumentó un poco, a 0.55 gramos por compra, en general, cuando los investigadores observaron las grasas trans y saturadas al mismo tiempo, se mantuvo una reducción de 1.9 gramos de grasas malsanas por persona.
En promedio, los comensales experimentaron un declive en las grasas trans de unas 21 calorías por compra.
Los expertos piensan que eso es suficiente para ayudar a la salud cardiaca, se ha calculado que 40 calorías de grasas trans al día aumentan el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria en 23%
El estudio aparece en la revista Annals of Internal Medicine
El mayor declive en las compras de grasas trans se observó en las cadenas de hamburguesas, seguidas por las cadenas de comida mexicana y los restaurantes de pollo frito.
Para el estudio, Curtis y equipo compararon el contenido de grasas trans y saturada de 6,969 compras en 2007 con 7,885 compras en 2009. Acudieron a 168 locales de la ciudad de Nueva York, de 11 cadenas de comida rápida, a la hora del almuerzo.
Aunque algunos protestaron que la prohibición sobre las grasas trans en la ciudad de Nueva York equivalía a que la ciudad más grande del país se convirtiera en un estado sobreprotector, la nueva investigación sugiere que funciona para lograr que las dietas de los residentes de la ciudad sean más saludables para el corazón.
La regulación de la ciudad de Nueva York se inició paulatinamente en julio de 2007, un año más tarde, estaba en plena vigencia. Según la prohibición, todos los centros de comida tienen prohibido usar, guardar o servir comida que contenga aceite vegetal parcialmente hidrogenado con un total de 0.5 gramos o más de grasa trans por porción.
Fuente: Annals of Internal Medicine