Nuevas evidencias científicas parecen confirmar la famosa cita romana «Mens sana in corpore sano», el investigador Antonio Luque Casado, del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada en España, y su equipo de investigadores han demostrado que las personas que practican habitualmente deporte presentan un mejor rendimiento cognitivo que quienes tienen una mala condición física.
Los datos de esta nueva investigación indican que quienes realizan ejercicio regularmente tienen una mejor atención sostenida (reaccionan más rápidamente ante un estímulo externo presentado de forma impredecible en una tarea monótona), así como un funcionamiento más eficiente de su sistema nervioso autónomo ante cargas cognitivas prolongadas en el tiempo.
Los científicos compararon el rendimiento cognitivo en mecanismos específicos tales como atención sostenida, orientación de la atención en el tiempo (generar expectativas de cuándo va a ocurrir un evento) y percepción del tiempo.
Para realizar el estudio trabajaron con 28 jóvenes varones, de ellos, 14 fueron estudiantes de la universidad de Granada entre 17 y 23 años, que presentaban un bajo nivel de aptitud física (de acuerdo con los valores normativos establecidos por el Colegio Americano de Medicina del Deporte). Los 14 restantes tenían entre 18 y 29 años, y un alto nivel de aptitud física: 11 pertenecen a la Federación de Ciclismo Sub-23 de Andalucía, y los otros 3 son alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Granada.
Según las investigaciones, entre los numerosos beneficios que reporta la práctica regular de actividad física, destaca una mejora del tono vagal (funcionamiento más eficiente del sistema nervioso autónomo; mayor variabilidad de la frecuencia cardíaca), e incluso parece estar relacionada con adaptaciones estructurales y funcionales sobre el sistema nervioso central (por ejemplo, el deporte previene la neurodegeneración, promueve la neurogénesis y el crecimiento de capilares sanguíneos en zonas como hipocampo, córtex, cerebelo y ganglios de la base).
El estudio ha revelado que el grupo con buen nivel de condición física mostró un mejor rendimiento cognitivo de manera específica en la tarea de atención sostenida respecto al grupo de hábitos de vida sedentarios, obteniendo tiempos de reacción más rápidos. No se encontraron diferencias en las otras dos tareas cognitivas.
Sin duda, uno de los resultados más interesantes ha sido mostrar cómo la ejecución de cada una de las tres tareas cognitivas afectaba al funcionamiento del sistema nervioso autónomo (medido a partir de cambios en la variabilidad de la frecuencia cardíaca) de forma diferente.
Así, la tarea de percepción temporal fue la que más afectó a la variabilidad de la frecuencia cardiaca (mayor reducción), siendo la tarea de atención sostenida la que menos efecto tuvo sobre este índice autonómico, los datos mostraron un decremento general de la variabilidad de la frecuencia cardiaca con el paso del tiempo realizando las tareas, que únicamente afectó al grupo de participantes sedentarios.
Es importante destacar que tanto los resultados fisiológicos como comportamentales obtenidos en el estudio sugieren que el principal beneficio obtenido como resultado del buen nivel de condición física de los participantes ciclistas provocado por la práctica regular de ejercicio pareció estar asociado con los procesos que implican la atención sostenida, explica el profesor Luque Casado.
Los resultados del estudio se publicaron en la revisat Plos One.