Escarabajos que matan árboles en Norteamérica, la enfermedad de la lengua azul que mata al ganado en Europa, y gorgojos que destruyen cosechas del café africano son ejemplos de especies invasoras migrantes que deberían recibir mayor atención en las negociaciones climáticas de la ONU.
Las plagas invasoras han afectado la agricultura y la naturaleza durante miles de años debido a que las migraciones de la humanidad las llevaron a lugares donde no tienen enemigos naturales. Pero el precio de combatirlos, esta estimado en 1,4 billones de dólares por año, puede aumentar porque crecientes temperaturas y más tormentas e inundaciones liberan más especies en nuevas áreas. El problema de las especies invasoras ha sido omitido en las negociaciones de las Naciones Unidas (ONU) comentó A.G. Kawamura, secretario del Departamento de Alimentos y Agricultura de California.
Las personas están en riesgo, ya que mosquitos y otras plagas pueden contagiar la malaria, el dengue y otras enfermedades cuando se mudan al norte. Nadie puede decir que un brote en particular sea causado por el cambio climático, pero una mirada a los crecientes problemas en los ecosistemas puede dar indicios de lo que el mundo puede enfrentar si se calienta más.
Los escarabajos de pino son probablemente el mejor ejemplo de una plaga que amplia su accionar en Norteamérica y causa daños. Los escarabajos, que no enfrentan depredador alguno, se han mudado al norte a Wyoming y Canadá, costando miles de millones de dólares en maderas y tierras porque los inviernos suaves no logran matarlos. Las plagas transforman los bosques y otros ecosistemas, y las regiones que almacenan al dióxido de carbono en las plantas también pueden verse afectadas, y así dañan las posibilidades del mundo de luchar contra el cambio climático.
Y no son sólo las mayores temperaturas del cambio climático lo que impulsa a las plagas. James Maclachlan, patólogo de la Universidad de California en Davis, dijo que los brotes de enfermedad de la lengua azul en el ganado vacuno y ovino europeo pueden ser la punta de lanza de la emergencia global de virus fortalecidos por el cambio climático.
La lengua azul, que es transferida al ganado por picaduras de mosquito ha causado cientos de millones de dólares en daños a la agricultura europea.
Los mosquitos infectados, que se originan en Oriente Medio y Norte del África, son llevados a otras regiones por tormentas de polvo, que se prevé serán más fuertes debido al cambio climático. Los insectos infectados contagian la enfermedad a poblaciones de mosquitos locales que han infectado ganado en zonas tan lejanas como Noruega. La enfermedad afecta la producción de leche en animales. Francia ha tenido que recortar el comercio de ganado con Italia debido a la enfermedad.
En Isla Mujeres, una pequeña isla, un huracán en 2005 trajo una peste de polilla del cactus, que amenaza la biodiversidad local, dijo Stanley Burgeil, del Consejo Nacional de Especies Invasoras de Estados Unidos.
Mientras el mundo se calienta, científicos y legisladores dicen que las Naciones Unidas y los gobiernos del mundo deben prestar más atención a estos fenómenos.
Fuente: Reuters Health