Médicos holandeses quieren que políticos y grupos de derechos humanos alcen la voz y desaconsejen la práctica de la circuncisión en Holanda pues afirman que es «un ritual doloroso y perjudicial», y una violación de los derechos de los niños.
Entre 10.000 y 15.000 niños son circuncidados en Holanda cada año, la mayoría por motivos religiosos y no siempre con anestesia, según la Real Asociación de Médicos Holandeses (KNMG) que representa a cirujanos, pediatras, médicos generales y urólogos del país.
Los médicos pretenden desalentar la circuncisión, porque es un procedimiento innecesario con complicaciones, que viola la integridad del niño, comenta Lode Wigersma, portavoz de la asociación.
No es un procedimiento inocente, presenta complicaciones en alrededor del 5 % de los casos, además de consecuencias psicológicas a largo plazo.
La circuncisión supone cortar una porción o todo el prepucio del pene, es un ritual obligatorio para los niños judíos, y también es un rito común entre musulmanes, que representan la mayor proporción de hombres circuncidados del mundo.
La asociación médica holandesa instó a los líderes religiosos a encontrar ritos de iniciación alternativos que no sean irreversibles y dolorosos para el niño.
La asociación médica holandesa publicó un informe contrario a la práctica de la circuncisión en niños por razones no médicas, esperando alentar el debate público, ahora, apela a que los políticos se pronuncien contra la práctica y ayuden a cambiar la mentalidad gradualmente en la sociedad y entre los grupos religiosos que practican la circuncisión.
La asociación médica dijo que al contrario de lo que se cree popularmente, la circuncisión puede causar complicaciones tanto menores como más importantes, por ejemplo hemorragias, infecciones, estenosis de la uretra y ataques de pánico, que según estos expertos son particularmente frecuentes.
Los doctores señalan que no hay motivos médicos para cortar quirúrgicamente partes de los genitales de bebés y niños pequeños sanos, que son demasiado jóvenes para dar su consentimiento para la intervención.