Tras analizar 30 años de información de un condado de Washington en EUA, el equipo encabezado por el Dr. Jonathan Drezner, halló que la tasa de paro cardíaco en niños y jóvenes es de 2,3 por cada 100.000 por año.
Eso no representa un riesgo enorme, pero el Dr. Drezner asegura que la cifra es significativamente más alta que la estimación aceptada universalmente para los atletas jóvenes (hasta 35 años), entre los que se registra un paro cardíaco cada 200.000 deportistas por año.
Este trastorno ocurre cuando el corazón deja de bombear sangre súbitamente, la principal causa es la fibrilación auricular, que es cuando la aurícula comienza a latir caóticamente. Un desfibrilador cardíaco puede restablecer el ritmo normal, aunque los paros cardíacos suelen ser fatales.
La buena noticia es que la sobrevida en los jóvenes mejoró en los últimos 30 años, creció del 13% en los años 1980 al 40% entre el 2000 y el 2009.
Es muy gratificante ver que los esfuerzos dieron resultado. La Reanimación cardiopulmonar no «reinicia» el corazón, pero mantiene la sangre y el oxígeno en circulación por el cuerpo de la persona hasta la llegada de una ambulancia.
Hay que aprender a hacer la Reanimación cardiopulmonar y aplicarla, el equipo revisó una base de datos del Condado King, del estado de Washington. Los servicios de salas de emergencia informan a ese registro todos los casos de paro cardíaco atendidos, también utilizaron informes de autopsias e historias clínicas para determinar la causa de cada paro cardíaco.
Los investigadores deben conocer la frecuencia de este problema antes de aplicar programas universales de pesquisa. La idea de controlar a los niños para detectar alteraciones cardíacas que pueden causar un paro cardíaco está cuestionada. Algunos países, como Italia e Israel, realizan de manera obligatoria un electrocardiograma de control a todos los atletas.
Fuente: Circulation