Cuando alguien bebe demasiado, generalmente creemos que ofrecerle una taza de café lo ayudará a recuperarse. Sin embargo, una investigación realizada en Estados Unidos encontró que este mito no es cierto ya que la cafeína no ayuda a recuperar la sobriedad. Para colmo de males, hace que la gente tenga menos conciencia del estado de ebriedad y, por lo tanto, esté más expuesta a sufrir accidentes.
Las bebidas alcohólicas tienen muchos efectos sobre el cuerpo, pero su intensidad depende de la cantidad ingerida y de otros factores, como el nivel de hidratación o si se bebe con el estómago vacío o lleno. Al principio, su efecto en el sistema nervioso central genera desinhibición y alegría, aunque en algunas personas desencadena agresividad y violencia. Al continuar bebiendo, produce síntomas como la falta de equilibrio, dificultad para hablar o vómitos. En casos extremos se puede caer en un coma e incluso morir.
Los científicos de la Universidad de Temple, en Texas encontraron que el café no sirve para volver a estar sobrio, y además aumenta las posibilidades de tener un accidente ya que hace más difícil que una persona tome conciencia de que está borracha. Las personas que sólo consumen alcohol, que se sienten cansadas e intoxicadas, tienen más posibilidades de reconocer que están borrachos. Por el contrario, los que tomaron tanto alcohol como cafeína pueden sentirse lo suficientemente despiertos y competentes como para lidiar situaciones potencialmente peligrosas, como manejar o enfrentar situaciones sociales delicadas.
Es muy importante olvidar el mito de que el café sirve para aliviar la borrachera, ya que el uso conjunto de cafeína y el alcohol puede llevar a que una persona tome muy malas decisiones con consecuencias desastrosas.