El desarrollo de nuevas tecnologías moleculares en las últimas décadas, ha permitido realizar un abordaje más completo de los mecanismos de acción de los nutrimentos y de las pequeñas variaciones en el genoma entre individuos que pueden producir una respuesta diferente a los componentes de la dieta. Actualmente, se están buscando y desarrollando estrategias dietarias específicas para cada individuo o población determinada o, bien, para una enfermedad específica relacionada con la nutrición tomando en cuenta su variabilidad genética con el fin de que dichas estrategias funcionen de manera eficaz.
Eso ha llevado a que las investigaciones en nutrición molecular puedan utilizarse y aplicarse para resolver problemas de salud de un individuo específico o una población.
A esto se le conoce como “Nutrición traslacional”, en donde se involucran tres áreas: 1) tecnología de alimentos, 2) ciencias de la nutrición, y 3) ciencias de la salud. Este nuevo campo de estudio dentro de la nutrición es muy importante, ya que la vinculación de esas tres áreas puede dar lugar al desarrollo de patentes y productos alimenticios con beneficio para el consumidor.
Se puede decir que la genómica nutricional es la ciencia que estudia la relación entre genoma humano, nutrición, salud y sus interacciones. Se divide en nutrigenómica, nutrigenética, nutriepigenómica y nutriepigenética. La nutrigenómica estudia los mecanismos de acción de los nutrimentos y su efecto sobre el transcriptoma, el proteoma y el metaboloma. Actualmente, la tecnología emergente permite estudiar el análisis global de todos los genes (genómica), de la expresión de genes (transcriptómica), de las proteínas que se forman (proteómica) y de la producción de metabolitos (metabolómica).
Una de las aplicaciones de la nutrigenómica es el desarrollo de Portafolios Dietarios para enfermedades específicas. Un Portafolios Dietario se define como la combinación de dos o más alimentos funcionales diseñados para una enfermedad o grupo específico. Los Portafolios Dietarios se desarrollan con base en evidencia científica que compruebe el efecto de cada uno de los nutrimentos sobre la salud.
Se han desarrollado varios Portafolios Dietarios para diferentes enfermedades, sin embargo, no todos van a funcionar de manera adecuada para todas las poblaciones. En México se han empezado a desarrollar Portafolios Dietarios para los graves problemas de salud como las dislipidemias, el Síndrome Metabólico y la Diabetes.
Y los alimentos incluyen: proteína de soya, avena, nopal deshidratado y semilla de chía.
PROTEÍNA DE SOYA
Estudios sobre nutrigenómica han demostrado que el consumo de proteína de soya, así como de sus isoflavonas, reduce la secreción de insulina del páncreas (actividad antihiperglucémica) disminuyendo la activación del factor de transcripción SREBP-1 (Sterol Regulatory Element Binding Protein-1), que a su vez regula la transcripción de genes de enzimas involucradas en la síntesis de ácidos grasos y genera un menor depósito de lípidos en el hígado (actividad antihiperlipemiante).
AVENA
Contiene tanta fibra soluble como insoluble. Uno de los componentes de la fibra soluble es el beta-glucano. La fibra soluble se rompe y pasa a través del tracto digestivo formando un gel que atrapa algunas sustancias relacionadas con el colesterol, como los ácidos biliares. Este atrapamiento reduce la absorción del colesterol hacia el torrente sanguíneo.
SEMILLA DE CHÍA
Contiene 22% de proteína, 35% de grasa y 25% de fibra. Del 35% de grasa, aproximadamente el 63% es ácido linolénico que se considera un ácido graso Omega 3, además ayuda a disminuir la inflamación y las concentraciones de triglicéridos.
NOPAL
Es una cactácea originaria y se consume ampliamente en México. Tiene un alto contenido de agua, por ello se considera un alimento que aporta pocas calorías (27 Kcal/100 g); también contiene fibra soluble e insoluble. El consumo de nopal a largo plazo ayuda a disminuir la esteatosis hepática.
La obesidad es un grave y complejo problema de salud global cuya solución requiere del esfuerzo colectivo de individuos, academia, sociedad de profesionales, comunidades, negocios y gobiernos. Con la ayuda de la nutrigenómica, se podrán conocer los mecanismos de acción de muchos otros alimentos que pudieran tener un beneficio para la salud para que la industria alimentaria junto con la academia pueda desarrollar productos. En un futuro, con la ayuda de la nutrigenética se podrán hacer recomendaciones personalizadas tomando en cuenta las pequeñas variaciones en el genoma de los individuos.