El dolor lumbar (de la espalda baja) es uno de los motivos más comunes de consultas ambulatorias médicas, pero hay una falta de coherencia sobre la mejor forma de manejar estos casos, según el equipo dirigido por el Dr. Scott Forseen que desarrolló las directrices que aparecen en la edición de octubre de la revista Journal of the American College of Radiology.
El método para evaluar y gestionar el dolor lumbar que médicos y otros practicantes utilizan es inconstante, señala el Dr. Forseen, hay una variabilidad significativa en la evaluación diagnóstica del dolor lumbar realizada por médicos dentro y entre las especialidades.
El Dr. Forseen y colegas del Hospital de la Universidad de Emory y de la Universidad de Ciencias de la Salud de Georgiaen EUA, desarrollaron un proceso que indica la forma en que los médicos deben gestionar a los pacientes de dolor lumbar.
En la primera consulta, los pacientes deben ser calificados en uno de tres grupos tras haber clasificadosus antecedentes médicos exhaustivos y el examen físico: dolor lumbar no especificado, dolor lumbar potencialmente asociado con compresión de un nervio de la columna (radiculopatía) o un estrechamiento anómalo del canal espinal (estenosis espinal), o dolor lumbar potencialmente asociado con una causa específica.
Las directrices también proveen información basada en la evidencia para cada categoría de paciente para guiar a los médicos en el proceso de evaluación, gestión y seguimiento de los pacientes, que incluye recomendaciones sobre las pruebas de imágenes y de laboratorio adecuadas y las remisiones para consultas sobre cirugías u otros procedimientos.
Es un método lógico para elegir, desarrollar e implementar intervenciones clínicas de respaldo de decisiones que se basa en la mejor evidencia disponible, se puede esperar razonablemente que estas indicaciones mejoren la atención del paciente, reduzcan la utilización inadecuada de imágenes, reduzcan el uso inadecuado de esteroides y narcóticos, y potencialmente reduzcan el número de procedimientos invasivos no adecuados.
Fuente: Journal of the American College of Radiology