Tener los dientes mal alineados, no solamente representa un atentado a la estática de la sonrisa, también tiene repercusiones a nivel de la salud bucal, ya que entre las piezas dentales pueden quedar restos de alimentos que favorecen el desarrollo de bacterias y en consecuencia la presencia de caries. En la actualidad, los adultos que desean alinearse los dientes cuentan con opciones mucho más discretas y menos incómodas que los tradiciones brackets de fierro o porcelana.
El Dr. Rodolfo Villalobos, ortodoncista, explica que este forma de lograr una dentadura derecha se basa en alineadores trasparentes que se quitan y se ponen y los cambian cada 15 días. Menciona que se va integrando un pequeño movimiento cada 15 días al diente: Explica que no se notan, no se huelen , no saben mal y no duelen.
Estos alineadores están fabricados con un material plástico transparente y flexible. El Dr. Villalobos menciona que son suaves y realmente no crees cuando van hacer un movimiento y sin embargo hacen un pequeño movimiento cada 15 días.
El paciente acude a consulta para tomar la forma inicial de su dentadura con moldes que se envían al laboratorio. De ahí, Explica el Dr. Villalobos “nos dan una clave a nosotros y empezamos a trabajar en la computadora, empezamos a hacer la ortodoncia virtual hasta que quede a nuestra satisfacción; en ese momento se da visto bueno y se mandan a hacer los alienadores”.
El paciente debe permanecer con los alineadores en la boca la mayor parte del tiempo. Dice el Dr. Villalobos que el paciente se los quita para los alimentos y un par de horas durante el días, sumando 20 horas diarias, comenta que son 15 días y por lo tanto 300 horas que se colocan los alineadores entre cada movimiento.
El cuidado de estas guardas es sencillo nada hay que lavarlos con agua; están hecho de un material muy resistente sin mayor problema y se desechan a los 15 días y pone uno nuevo con un nuevo movimiento
Si bien estos nuevos alineadores ofrecen una opción práctica y poco notoria para los adultos, es una realidad que su costo es ligeramente más elevado que el de los frenos convencionales, con un incremento del 15 al 20 por ciento con respecto a los brackets tradicionales.