Investigadores estadounidenses y brasileños dirigidos por el Dr. David Watkins, desarrollaron una nueva técnica para estimular la producción de linfocitos T CD8, responsables de eliminar virus y otros patógenos, anunciaron en un estudio publicado en la revista científica Nature.
La técnica, probada con éxito en monos, emplea una variante de la vacuna de la fiebre amarilla, desarrollada por el Instituto Oswaldo Cruz/Fiocruz, para transportar al organismo compuestos inductores de los linfocitos T CD8.
Si bien los linfocitos T CD8 están en el organismo, en uno de cada 300 portadores de VIH, los llamados controladores de elite, estos funcionan de forma más efectiva, capturando y eliminando los linfocitos CD4, que al ser infectados son usados por el VIH para su replicación.
El objetivo de la nueva vacuna es estimular el sistema inmunológico, de modo que actúe como un controlador de elite, el Dr. Mauricio Martins, coautor del estudio, dijo que una vacuna a partir de este enfoque tendría ventajas respecto al que busca estimular la producción de anticuerpos para combatir el VIH.
La diversidad abrumadora de secuencias de proteínas de la envoltura del VIH ha frustrado los intentos por encontrar una vacuna eficaz. Una ventaja de la vacuna enfocada en linfocitos T es la capacidad de alcanzar las regiones internas del virus, que están más conservadas entre las diferentes cepas virales.
Los estudios de eficacia en primates no humanos han demostrado que esta vacuna puede controlar la replicación viral tanto en la fase aguda como en la crónica de la infección, hasta ahora los estudios enfocados en el desarrollo de una vacuna han encontrado obstáculos asociados con la complejidad de la respuesta inmune frente a varios subtipos del VIH que pueden infectar a los humanos.
La importancia de este nuevo enfoque, es que amplía el conocimiento sobre la respuesta inmune y su comportamiento frente a la infección por VIH.
Pese al avance, el coordinador de la investigación, David Watkins, es cauteloso sobre la creación de una vacuna para humanos, comenta que hace 30 años que se busca una vacuna para el Sida. Se trata de un virus con altísima variabilidad genética, por lo tanto es como tratar de dar en un blanco en movimiento.