Un meta-análisis realizado por el Dr. Brian Morris, de la Universidad de Sídney en Australia revela que los bebés varones sin circuncidar padecen casi 10 veces más infecciones de riñones, vejiga y uretra que los niños circuncidados. Y, a lo largo de su vida, los hombres sin circuncidar son cuatro veces más propensos a desarrollar una infección.
La circuncisión brinda un nivel de protección considerable, que según las predicciones es entre tres y cuatro veces mayor, lo que es bastante sorprendente en términos de salud pública, comenta el Dr. Morris.
El Dr. Morris y su equipo analizaron 22 estudios publicados entre 1987 y el 2012 sobre un total de 407.902 hombres de todo el mundo. Un cuarto de los participantes no estaba circuncidado.
Al organizar los resultados según la edad, el equipo observó que el riesgo de padecer una infección urinaria en el primer año de vida era 9,9 veces más alta en los varones sin circuncidar que en el grupo circuncidado. A partir del año y hasta los 16, ese riesgo crecía 6,6 veces y a partir de los 16 años, era 3,4 veces mayor que en los varones circuncidados.
A menor edad, mayor gravedad de las infecciones urinarias, los efectos adversos en los bebés pueden ser nefroesclerosis, fiebre, dolor e infecciones sanguíneas.
Los especialistas en salud pública consideran que la circuncisión es una herramienta preventiva contra el VIH y otras infecciones de transmisión sexual.
La Academia Estadounidense de Pediatría informó por primera vez que los beneficios de la circuncisión en la salud superan los riesgos, pero atribuye la decisión a los padres.
Una portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EUA (CDC por su sigla en inglés) confió que se está evaluando su impacto potencial en la salud pública, pero agregó que cualquier recomendación que surja es de aplicación voluntaria.
El beneficio estimado que halló el equipo del Dr. Morris fue varias veces más alto que en dos estudios previos, en los que se había calculado que por cada 111 o 195 circuncisiones se evitaría una infección urinaria en el primer año de vida.
Fuente: Journal of Urology