La hiperactividad no se trata de una enfermedad, así lo han definido diversos expertos. Esto, según el expresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente, el Dr. Juan Manzano quien asegura que se trata de un conjunto de síntomas que reúne inestabilidad o inquietud (motora y emocional), impulsividad e impaciencia, y dificultad para concentrar la atención, todos ellos combinados en diferentes intensidades.
Pero ¿qué pasa cuando son los padres los que llenan de actividades a los hijos? Desde prácticas deportivas hasta lecciones de música pasando por diversos deportes, idiomas, clubes de lectura, etc… los niños actualmente parecen que siempre deben tener bastantes actividades para mantenerse ocupados. Pero que en realidad estén demasiado ocupados, que alcancen un punto coyuntural que perjudique su salud mental y física, sigue siendo tema de debate.
El tema de los niños con agendas demasiado apretadas ha estado en el radar de los científicos al menos durante una década, señala la Dra. Andrea Mata, de la Universidad Estatal de Kent, cuyo estudio reciente sobre niños altamente activos fue presentado en el simposio en Montreal realizado por la Sociedad de Investigación en Desarrollo Infantil Society for Research in Child Development (SRCD).
Es un tema candente en este momento, ya que hay varios puntos de vista mezclados, hace falta mucha más investigación para saber qué sucede.
El simposio de la Sociedad de Investigación en Desarrollo Infantil examinará qué niños y adolescentes resultan demasiado atareados, qué sucede con niveles elevados de participación extracurricular y cómo se afectan factores como el rendimiento académico y los niveles de agresión.
Entre el 70 y el 83 % de los niños y adolescentes aseguran participar en al menos una actividad extracurricular y pasan en promedio cinco a nueve horas semanales en actividades estructuradas, sin embargo, solo entre el 5 y el 7 % dedican más de veinte horas a la semana a estas actividades.
La Psicologa Jean Twenge, autora del libro Generation Me y profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, asegura que los datos recopilados desde los cincuenta hasta los noventa indicaron que las agendas apretadas aumentaron durante ese período y luego se nivelaron.
Pero ¿Realmente tienen los niños agendas muy apretadas? no es la experiencia promedio. El estudio de la Dra. Mata dio seguimiento a mil 354 niños desde el nacimiento hasta los quince años y los dividió en grupos según lo involucrados que estaban fuera de la escuela y en casa. Los 43 niños del nivel de actividad más elevado en promedio pasaban 129 minutos a la semana en actividades estructuradas en el jardín infantil, que aumentó a 254 minutos semanales para el quinto grado.
Los niños altamente activos son niñas y provienen de familias acomodadas, señala la Dra. Mata. Además sus madres son de nivel educativo más alto. Este grupo tuvo notas más altas y niveles más bajos de delincuencia, entre otras medidas conductuales y académicas, frente a los niños que eran menos activos.
Estos niños altamente activos son muy adaptables y altamente funcionales.
Linda Balog, ex directora ejecutiva del Instituto de Gestión del Estrés Infantil y Adolescente de la Universidad Estatal de Nueva York en Brockport, aseguró que los padres deben preguntarles a sus hijos cómo se sienten con sus actividades extracurriculares y si se sienten abrumados y estresados. Pues en algunos casos vemos que algunos niños son obligados a participar en deportes organizados a edades tempranas y se agotan tanto que deciden dejar de jugar en la secundaria. A veces, los padres viven a través de sus hijos, como un yo sustituto, en ocasiones es mejor que falte un poco y no que sobre, que no todo sea tan organizado y estructurado.