Los niños más pequeños en un salón de clases a menudo son equivocadamente diagnosticados con trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y se les prescribe medicamento, cuando en realidad sólo son más inmaduros que sus compañeros.
En un salón de clases las edades pueden variar hasta por doce meses, esa es la conclusión de una investigación encabezada por el Dr. Richard Morrow de la Universidad de Columbia Británica en Canada, que aparece publicada en la revista especializada Canadian Medical Association Journal
Para la admisión en un año escolar, los colegios imponen límites en la fecha de nacimiento de los niños y a menudo en un salón de clases hay niños que son hasta 12 meses menores que otros, esto puede tener repercusiones importantes en el rendimiento de los niños más pequeños que a menudo pueden parecer inmaduros comparados con sus compañeros de más edad.
Los científicos querían analizar si este efecto de la llamada edad relativa estaba teniendo algún impacto en el incremento de las tasas de trastorno de déficit de atención con hiperactividad que se han visto en los últimos años en ese país.
Para ello revisaron datos de casi un millón de niños en esa provincia, donde la edad para entrar a un año escolar coincide con el año calendario, es decir en una clase hay niños nacidos desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del mismo año.
En el estudio se siguió durante 11 años, de 1997 a 2008, a un total de 937.943 niños que tenían entre 6 y 12 años de edad. El estudio sugiere que los niños más jóvenes y menos maduros están siendo inapropiadamente clasificados y tratados. Es importante no exponer a los niños a los daños potenciales de un diagnóstico y uso de medicamentos innecesarios.
Tras analizar los registros los científicos encontraron que los niños nacidos en diciembre, que eran 12 meses más jóvenes que sus compañeros nacidos en enero, mostraron 39% más probabilidad de haber sido diagnosticados con trastorno de déficit de atención con hiperactividad que sus compañeros nacidos en enero.
Además, los más jóvenes tenían 48% más probabilidad de estar siendo tratados con medicamentos para el trastorno, los científicos creen que más que hiperactivos, estos niños son inmaduros comparados con sus compañeros y se les está haciendo daño al medicarlos.
Los investigadores están pidiendo que antes de llevar a cabo un diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad los maestros, médicos y padres lleven a cabo un monitoreo más detallado del comportamiento del niño tanto en el colegio como el el hogar.