Los científicos de las universidades de Pekín, en China, y de Washington, en Estados Unidos, descubrieron que los roedores machos que carecían de serotonina, un químico cerebral necesario para la comunicación entre las neuronas y que está ligado a la sensación de bienestar, perdían su preferencia por las hembras. Aunque la sexualidad es un proceso complejo que hasta ahora los científicos no han logrado comprender en su totalidad, ésta es la primera vez que se muestra que un neurotransmisor juega un papel en la preferencia sexual de los mamíferos.
Los expertos subrayan que es muy pronto para establecer conclusiones con este estudio sobre la sexualidad humana.
Estudios anteriores han demostrado que la serotonina desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo, la agresión, el sueño, el deseo sexual y el apetito.
En esta nueva investigación, publicada en la revista Nature, los científicos produjeron ratones machos modificados cuyos cerebros carecían de las neuronas receptoras de serotonina. Tras una serie de experimentos se demostró que estos ratones habían perdido la preferencia para aparearse con hembras, como lo hacían los ratones no modificados.
Cuando se les presentó a los animales una selección de parejas, los roedores modificados no mostraron una orientación especial ni hacia los machos ni a las hembras, pero cuando se introdujo sólo un macho en la jaula, los animales se vieron más dispuestos a aparearse con el macho y a emitir los chillidos ultrasónicos, una especie de canto de cortejo que suelen emitir los ratones normales al cortejar a las hembras.
Para comprobar los resultados, los científicos repitieron el experimento con un grupo diferente de ratones, éstos carecían de una sustancia llamada triptófano-hidroxilasa-2, que es necesaria para la producción de serotonina, y obtuvieron los mismos resultados.
Nadie pensaba que la serotonina podría estar involucrada en este tipo de preferencia sexual. Pero se debe ser cauteloso pues este trabajo fue realizado en ratones, y no se debe extrapolar estos resultados a los seres humanos.
Los científicos lograron restaurar la preferencia de los machos modificados hacia las hembras inyectando serotonina en su cerebro.
Esto demuestra que el neurotransmisor llamado serotonina es crucial para la preferencia sexual de los roedores machos.
Es la primera vez, que un neurotransmisor demuestra tener un papel importante en la preferencia sexual de los mamíferos.
Tal como señala el Dr. Zhou-Feng Chen, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, el cortejo entre macho y macho que se vio en los ratones en el laboratorio no es equivalente a la homosexualidad humana. Y tampoco se puede saber por ahora si la serotonina juega algún papel en la conducta sexual humana. Nadie pensaba que la serotonina podría estar involucrada en este tipo de preferencia sexual dice el investigador.
La serotonina juega un rol en el estado de ánimo, el deseo sexual y el apetito.
Como explica el profesor Keith Kendrick, neurocientífico del Instituto Babraham en Cambridge, Inglaterra, se piensa que la conducta sexual de los ratones está controlada por el sentido del olfato. En lo que se refiere a la preferencia y orientación de la sexualidad humana, las personas, por supuesto, estamos mucho menos influenciadas por las claves olfativas que los ratones.
Pero durante mucho tiempo hemos estado utilizando drogas psicoactivas que pueden incrementar o reducir la función de la serotonina y aunque a menudo se ha informado de efectos en la excitación sexual, impulsividad y agresividad, no se sabe que tengan efectos en la preferencia u orientación sexual.
Por ahora, hay que considerar como algo tenue cualquier asociación potencial entre la serotonina y las preferencias sexuales humanas.