El equipo del Dr. Jean Schoenen de la Universidad de Lieja, en Bélgica y miembro de la Academia de Neurología de EUA, trató a 67 pacientes con migraña con un neuroestimulador durante tres meses, con un resultado alentador en el 38% de los casos. La prueba se llevó a cabo en cinco clínicas y fue comparativa. Al cabo de tres meses, la cantidad de migrañas entre los pacientes tratados se redujo de manera significativa, mientras que en el grupo placebo se mantuvo igual.
Este tipo de tratamiento se llama neuromodulación y consiste en el uso de electricidad para eliminar el dolor crónico, se aplica a pacientes con migrañas que no han respondido a la terapia convencional.
El neurólogo Viliam Furdik, especialista en el manejo intervencional del dolor del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles EUA, afirma que se trata de una batería conectada a un alambre, que se coloca quirúrgicamente cerca del nervio occipital, y es muy efectivo para cierto tipo de dolores de cabeza, ya que la batería descarga un pulso de electricidad que cancela la conducción a ese tipo de nervio, y con eso disminuye la frecuencia e intensidad de las migrañas y tiene que utilizarse de manera regular.
La migraña suele afectar un lado de la cabeza, por lo que también se llamada hemicránea (de la palabra griega que significa «un lado de la cabeza») o jaqueca (de la palabra árabe que quiere decir «media cabeza»). La terapia de neuromodulación fue desarrollada en EUA en 1967, a través de una aguja se pone un alambre, el electrodo, en la parte posterior de la cabeza y si el paciente encuentra que puede mejorar del dolor, después de unas dos semanas se le pone un sistema permanente, que viene conectado a una batería que va dentro de la persona, debajo de la piel.
Como en cualquier procedimiento quirúrgico, siempre existe el riesgo de haya una infección o hemorragia, aunque es un riesgo relativamente bajo, la ventaja es que si el paciente no quiere utilizarlo, lo puede apagar, como si fuera una batería o un teléfono celular.