Las salas han sido remodeladas recientemente, ahora cuentan con nueva museografía, son tres prehispánicas y dos virreinales.
Luego de más de tres décadas de haber sido creado, el Museo de la Medicina Mexicana de la UNAM, a cargo de la Facultad de Medicina , ofrece más de 20 salas y abre sus puertas casi en su total capacidad tras una remodelación, comenta su director, el Maestro Omar Arroyo Arriaga.
Muchas de las salas fueron renovadas en los últimos tres años, con apoyo de la administración de la propia Facultad de Medicina, para poner a disposición del público un acervo cercano a las 500 piezas, más la botica, que tiene más de seis mil objetos en exposición.
El maestro Arroyo Arriaga destacó que la remodelación y renovación empezó de tiempo atrás. Se inició con la Sala de Desarrollo Humano, una colección impactante que muestra el proceso semana por semana, para orientar a los jóvenes sobre la concepción y sus resultados. Se prosiguió con otras, como la de Ceras, compuesta por piezas de ese material, que ilustran lesiones dermatológicas, propiedad de la Facultad de Medicina, desde 1874.
Están distribuidas en aproximadamente 200 metros cuadrados, y poseen alrededor de 40 piezas prehispánicas (algunas de ellas de gran formato), en su mayoría reproducciones, con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como unos 25 ejemplares de material óseo con patologías, seis ex votos de formato pequeño, y uno más de grandes dimensiones.
En las salas prehispánicas el recorrido tiene un sentido cronológico, pues se muestra toda la práctica médica que se realizaba en nuestro territorio en aquella época, dividido en tres periodos: Preclásico, Clásico y Posclásico, pero con especial énfasis en la medicina de los antiguos mayas y de los nahuas.
El área del Virreinato comienza con la llegada de los españoles a tierras americanas, y el impacto que generaron las epidemias, así como los conocimientos y prácticas médicas distintas, que de una u otra manera utilizaron algunos elementos autóctonos existentes. Sobre todo, hubo una mezcla importante de procedimientos curativos occidentales, que frente a la imposibilidad o dificultad de encontrar ciertos ingredientes para la preparación de fármacos, recurrieron a la herbolaria mexicana.
La manera como se ha tratado de difundir la medicina en estas nuevas salas no es sólo mediante la acumulación de conocimientos y la forma de curar enfermedades, sino que es el reflejo de una sociedad y de una cultura.
Con esta nueva propuesta, prosiguió, los visitantes tendrán cédulas para leer y, al mismo tiempo, podrán observar enfermedades, patologías o deformaciones representadas con huesos, así como apoyos gráficos, como la reproducción de ciertas partes de murales mayas, en los que se plasman afecciones o deformidades, y videos en cada una de las salas.
El Museo de la Medicina Mexicana se localiza frente a la Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico, abre sus puertas de lunes a viernes de 9 a 18 horas. La entrada es gratuita.