Las fluctuaciones hormonales asociadas con los ciclos menstruales de las mujeres pueden influir sobre sus hábitos de compras, sugiere una investigación dirigida por el profesor Gad Saad, de la Facultad de negocios John Molson de la Universidad de Concordia, en Montreal.
La meta fue investigar la forma en que el ciclo menstrual de una mujer influye sobre los deseos de consumo, el uso de productos, y el dinero gastado en los sectores de alimentación y belleza, comenta el profesor Saad.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron a 59 mujeres y les pidieron llevar diarios detallados sobre su rutina de belleza, decisiones sobre la ropa, consumo de calorías y todo lo que compraban durante 35 días.
Los investigadores analizaron encuestas diarias que las mujeres respondieron sobre esos temas, que les preguntaban sobre sus decisiones sobre la ropa y cuánto tiempo pasaban arreglándose. También se preguntó a las participantes sobre actividades como los baños de sol y el consumo de alimentos ricos en calorías, el estudio reveló un patrón distintivo en la conducta de las mujeres.
Durante la fase fértil de los ciclos menstruales de las mujeres (aproximadamente de los días 8 a 15 de un ciclo de 28 días), los investigadores hallaron un aumento significativo en su enfoque sobre su apariencia. Durante sus días fértiles, las mujeres también eran más propensas a comprar ropa.
Los autores del estudio sugieren que la explicación de este patrón de conducta puede provenir de las raíces evolutivas de las mujeres. En épocas ancestrales, las mujeres tenían que enfocar más tiempo en actividades relacionadas con el apareamiento durante la fase fértil de su ciclo menstrual, cuando las probabilidades de concepción alcanzaban su máximo, explica Saad. Esos mismos mecanismos psicológicos y fisiológicos llevan ahora a las mujeres a realizar un consumo más grande de productos relevantes a los impulsos reproductivos durante la fase fértil de su ciclo».
Aunque el consumo de comida se redujo entre las mujeres durante los días de fertilidad, el estudio reveló que sus apetitos llegaban al máximo en la fase lútea o de infertilidad de su ciclo menstrual (alrededor de los días 16 a 28 de un ciclo de 28 días). Los investigadores anotan que el deseo de las mujeres de alimentos ricos en calorías alcanzaba su máximo en ese periodo, junto con sus compras de comida.
Las mujeres consumían más calorías durante la fase lútea porque han evolucionado mecanismos psicológicos y fisiológicos que favorecían las actividades no relacionadas con el apareamiento, como la recogida de alimentos, durante la fase no fértil de sus ciclos. Distintos impulsos darwinianos, como el apareamiento versus la alimentación, toman precedencia dependiendo del estatus menstrual de una mujer.
Los hallazgos podrían iluminar estos patrones de conducta y ayudar a las mujeres a tomar decisiones más conscientes, lo que podría afectar sus hábitos de gastos y alimentación.
Estas conductas de consumo se llevan a cabo sin que las mujeres estén conscientes de la forma en que las fluctuaciones hormonales afectan sus decisiones como consumo la investigación ayuda a resaltar el momento en que las mujeres son más vulnerables a sucumbir a tentaciones cíclicas de alimentos ricos en calorías y productos para mejorar el aspecto. Estos hallazgos pueden ayudar a las mujeres a tomar decisiones por sí mismas en lugar del antiguo bulo del determinismo biológico.
Una aplicación (app) para smartphones relacionada con el consumo podría ayudar a las mujeres a rastrear sus vulnerabilidades diarias de compras al alertarlas sobre ciertos días de alto riesgo en su ciclo, sugieren los autores del estudio.
El estudio aparece en la revista Journal of Consumer Psychology.