Científicos dirigidos por la Dra. Cori Bargmann, descubren cómo la motivación personal modifica el sistema nervioso con rapidez, la investigación se ha presentado en el Congreso de la Federación de Sociedades Europeas de Neurociencias y precisa que un cambio en el flujo de la información que fluye a través del cerebro conlleva necesariamente un cambio de comportamiento.
Científicos de la Universidad Rockefeller de Nueva York en EUA, han analizado el comportamiento del gusano nematodo ‘Caenorhabditis’, y han concretado que la motivación de estos animales en un momento determinado modifica su sistema nervioso con rapidez, lo que revela las múltiples complejidades de organismos más completos, como es el caso de las personas.
A pesar de que todos los animales son capaces de reconocer a otros miembros de su especie e interactuar con ellos, dichas interacciones varían en función del hambre que tenga el individuo, el miedo, la edad o el estrés, un proceso en el que la motivación juega un papel esencial.
La ponencia, a cargo de la Dra. Bargmann, señala que el gusano estudiado, pese a poseer un sistema nervioso simple y bien descrito, puede modificar su comportamiento mediante el aprendizaje y la interacción.
La Dra. Bargmann comenta que nos diferenciamos unos de otros por dos razones: por nuestras experiencias individuales y deseos que dan forma a nuestro sistema nervioso, y porque diferencias genéticas sutiles innatas nos distinguen unos de otros, algunas de las diferencias de comportamiento entre individuos tienen un componente genético, pero se sabe poco sobre ellos, la variación genética y ambiental que afecta al comportamiento converge en las mismas partes del cerebro, en la frontera entre el mundo externo y los estados motivacionales internos.