En la diabetes como en todas las enfermedades crónicas es muy importante aprender a distinguir entre la realidad y la ficción.
Frases como tengo (o tienes) un poco de diabetes, tengo (o tienes) diabetes de la mala, yo no me cuido la diabetes y estoy perfectamente sano, tuve diabetes, pero ya estoy curado son innecesarias, confusas, poco adecuadas y obsoletas.
Nadie debe tener dudas sobre el diagnóstico, se puede tener intolerancia a la glucosa, pero no es posible que haya tenido diabetes sólo unos días a menos que haya sido un caso de diabetes gestacional.
Las personas que tienen diabetes deben saber de que tipo, la alimentación adecuada y el tratamiento a seguir.
Sin embargo, hay muchos mitos en torno a la enfermedad y que, en muchos casos, ponen en peligro la salud de quienes padecen diabetes.
A continuación algunas creencias populares y dudas frecuentes:
Comer azúcar en exceso provoca diabetes, en realidad una gran ingestión de azúcar, ya sea en dulces, pasteles y todo tipo de golosinas, provoca sobrepeso u obesidad y ésta última es uno de los factores condicionantes para tener diabetes, la obesidad puede provocar otro tipo de problemas de salud serios sin que se presente diabetes.
Si me siento bien es que mis niveles de glucosa se encuentran en rango aceptable, luego de largos periodos en los que se mantienen elevadas concentraciones de glucosa en sangre, el organismo tiende a acostumbrarse. De igual manera, tras varios episodios de baja de azúcar, el cuerpo humano pierde su capacidad de avisarnos, es decir, dejan de presentarse síntomas. Por eso, la mejor manera de estar seguros de nuestro nivel de glucosa en sangre es el automonitoreo.
Hay diabetes buena y diabetes mala, la buena es la que le da a los adultos y sólo requiere dieta y ejercicio; la mala le da a los niños y requiere insulina. La diabetes en cualquiera de sus tipos es una enfermedad seria que hay que atender de inmediato, la gravedad no reside en el tipo que se padezca sino en el grado de control que se logre con la combinación de tratamiento médico, alimentación, actividad física y conocimiento del padecimiento.
No hay diabetes mejores o peores, todas pueden terminar en graves complicaciones si no se toman las medidas necesarias; de igual manera cualquier tipo de diabetes puede controlarse y permitir tener una vida normal.
¿Las inyecciones de insulina causan ceguera o impotencia? No, la insulina es una hormona producida por el páncreas de todos los seres humanos, su función es bajar las concentraciones de glucosa de la sangre para que ésta se pueda usar como fuente de energía.
La insulina no ocasiona ceguera ni impotencia, al contrario, lo que produce este tipo de problemas es mantener alta la glucosa en la sangre por periodos prolongados, ya que las arterias tan pequeñas del ojo se endurecen, se rompen y se cicatrizan ocasionando que la visión se vaya deteriorando.
En el caso de la impotencia, el daño de la glucosa elevada se produce en el sistema nervioso que lleva sangre a los órganos sexuales, como no llega ni la sangre ni el oxígeno suficientes, sobreviene la impotencia.
A todas las personas con diabetes les cortan un pie o la pierna completa. No es así, de hecho esta es una de las graves consecuencias que puede enfrentar una persona con diabetes que no controla sus niveles de glucosa.
Se llama pie diabético y se produce cuando no se observa cuando los vasos sanguíneos de las piernas y los pies, no reciben la cantidad suficiente de oxígeno debido a las elevadas concentraciones de azúcar, esto provoca que se vayan muriendo esas arterias y en consecuencia el riego sanguíneo se deteriora provocando infecciones y, posteriormente, gangrena.
No todas las personas con diabetes tienen que pasar por esta situación.
¿El nopal cura la diabetes? No. La diabetes es una condición crónica que se controla pero no se cura, el nopal es un alimento rico en fibra que favorece la digestión.
Lo más recomendable es que se consuma como parte de la alimentación preparado de diferentes maneras.