El miedo a nuestro propio perro puede ser causado por diversos problemas, uno de ellos es la cinofobia que es el miedo persistente, anormal e injustificado a los perros, que, de manera definitiva debe ser tratado por un profesional del ramo, un psiquiatra, para tratar de encontrar cuál es la causa de este padecimiento que aqueja a determinada persona y está presente desde una edad temprana la mayoría de las veces. Otra causa puede ser haber vivido una experiencia desagradable, como un ataque intempestivo o que el perro haya ejercido una mayor jerarquía sobre el propietario y éste lo haya dejado crecer en su dominancia pero sin embargo otros perros no le producen estos problemas
Algo inconcebible es adquirir una mascota, ya sea un perro o a un gato, para tratar de soslayar la fobia a cualquiera de estas dos especies, salvo que sea por recomendación médica. Esto ha llegado a provocar, sobre todo con razas como el Bull Terrier, una alarma social, en donde cada vez son más las personas que sin querer, por falta de información, están fomentando el miedo hacia un animal que ha sido nuestro mejor amigo a lo largo de nuestra evolución. Ésta es otra causa de miedo a los perros, en contra de lo que se pudiera pensar, ya que no se relaciona con ataques reales por parte de los perros, sino por comentarios que producen una imagen errónea de estos animales.
Los perros pueden realizar movimientos bruscos que llegan a asustar a algunos niños de manera momentánea pero sin embargo sin medir consecuencias futuras muchas veces los padres o familiares fomentan la formación de esta fobia en muchos niños que pudieran haber sido felices con una mascota como amigo. Al igual que el niño se pudo haber asustado con el perro también pudo haberse asustado con un ruido repentino, como podría haber sido al encender una radio o la televisión, pero en estos casos no se sataniza a los aparatos, por lo que posteriormente estos niños sí gustan de ver la televisión o de escuchar la radio.
Si queremos que este niño no presente una fobia adquirida, podemos ayudarlo apoyándonos en acciones cotidianas con el perro, como darle de comer y más ahora que contamos con alimentos balanceados que son fáciles de servir y sin problema de que nos tome mucho tiempo, de esta manera el niño podrá ir socializando con su mascota nuevamente e irá adquiriendo o recuperando la confianza, siempre en presencia de un adulto para evitar accidentes si fuera el caso que realmente este niño presentara cinofobia. A pesar de esto debemos saber que un método preventivo y eficaz para superar esta fobia, será la exposición temprana e inofensiva a los perros.
Una exposición gradual a los perros puede prevenir la presencia de este miedo, al mismo tiempo de que se enseña cuándo estar alerta de una manera segura ante el peligro potencial al encontrarnos con perros desconocidos.
La cinofobia es un miedo incontrolado hacia los perros, pero cuando es exclusivamente el miedo hacia nuestro perro esto puede corregirse con esfuerzo de todos en casa para tratar de controlar este miedo que presenta algún miembro de la familia.
Muchas veces cuando los propietarios no han sabido educar a sus mascotas y éstas se rebelan ante el manejo de ellos, lo cual no debería suceder nunca, será conveniente llevarlo a un médico veterinario especialista en medicina del comportamiento para que este profesional nos dé instrucciones exactas y posiblemente hasta medicamento para que nuestra mascota pueda ser controlada nuevamente y tengamos el amigo que siempre habíamos deseado.
Antes de adquirir una mascota es importante consultar con el médico veterinario para que nos pueda orientar para la selección del compañero ideal, además de brindarnos orientación en cuanto a sus cuidados preventivos y su nutrición adecuada con alimentos Premium o Super Premium de acuerdo a sus necesidades, ya que estos incluyen ingredientes similares a otros productos, pero en diferentes proporciones o variaciones, que le proporciona beneficios adicionales a tu mascota.
Recordemos siempre que “Una Mascota Sana es una Mascota Feliz”
