La Dra. Rossana Sentíes Castellá, jefa de la carrera de Odontología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, comenta que el 80% de los mexicanos padece problemas bucales, que van desde caries hasta una mala oclusión, por lo que es necesario formar profesionistas capacitados adecuadamente.
La falta de educación sobre los hábitos de higiene, la alimentación alta en azúcares da como resultado que sea común atender a menores de un año con caries o a jóvenes adultos con patologías graves, comenta que en general las personas no se preocupan por su salud bucal.
Desde la infancia se descuida este aspecto y sólo se busca atención odontológica al sentir dolor, se requieren campañas efectivas de prevención a nivel nacional para evitar que la población padezca estas patologías.
Las caries son los padecimientos más comunes en niños, adolescentes y jóvenes; en adultos y personas de la tercera edad, la enfermedad periodontal (enfermedad de las encías) es la que provoca el mayor número de consultas, ambos cuadros implican la pérdida de piezas dentales, por destrucción de las piezas o de los tejidos que las sostienen. El cuidado de los dientes debe fomentarse desde la infancia, es necesario enseñar a los menores la técnica correcta del cepillado, inculcarles hábitos de alimentación saludables y limitar el consumo de caramelos y bebidas azucaradas.
El cuidado de cada una de las 32 piezas dentales, incluidos los terceros molares o muelas del juicio, es vital. Aún si no se forman o son extraídas, debemos tener 28 para alimentarnos correctamente. Al faltar una hay mala oclusión, lo que conlleva, en muchos casos, dolores de cabeza y cuadros de estrés.
La buena oclusión es la interdigitación correcta de los dientes superiores con los inferiores. Al cerrar la boca, todas las caras deben chocar y cada uno debe cumplir su función: los incisivos, cortar; los caninos, desgarrar; los premolares triturar, y los molares, moler.
Al solicitar consulta, los pacientes buscan una sonrisa perfecta y creen que lograrla es labor del dentista; en realidad éste tiene la misión de recuperar la función de cada pieza dental. Después de los tratamientos necesarios, también se logra una mejor estética, lo que repercute en la autoestima de las personas.
Quienes no tienen dentadura completa, no pueden alimentarse correctamente, dejan de consumir productos que no pueden masticar y los sustituyen por otros más blandos, ricos en azúcares y carbohidratos; además, el habla y la apariencia resultan afectadas.
Los padecimientos bucales son un problema de salud pública, los avances tecnológicos ayudan en la atención, aunque lo ideal es que no existan piezas postizas o implantes, y que no se pierdan los dientes por falta de prevención.