Una cosa menos para los padres con la que estresarse, unestudio reciente halla que los métodos de control de esfínteres no causan problemas urinarios a los niños.
El método que elijan los padres (un entrenamiento de esfínteres temprano con firmeza o uno más orientado al niño en el que el entrenamiento empieza cuando el niño muestra interés y deseo) no importa, afirman el investigador, Dr. Joseph Barone, profesor de cirugía y urólogo pediátrico de la Escuela de Medicina UMDNJ-Robert Wood Johnson, en New Brunswick, Nueva Jersey.
No pierdan tiempo eligiendo el método, lo más importante es que empiece con el entrenamiento de esfínteres en algún momento entre los 27 y los 32 meses, los defensores de cada método son inflexibles, pero en realidad no importa cuál sea el método usado, sino que lo haga.
Se trata del tema ya debatido sobre cuál medio es mejor para el entrenamiento de esfínteres para su hijo, pero ambos dan buenos resultados,
Su informe aparece en la revista Clinical Pediatrics.
Para realizar el estudio,el Dr. Barone y los investigadores compararon los dos métodos de entrenamiento de esfínteres en niños de edades comprendidas entre los 4 y los 12 años. Un grupo de 147 niños no tuvieron problemas urinarios después del entrenamiento, mientras que el otro grupo de 58 niños tuvieron continuos problemas, como pueden ser los accidentes o la necesidad de orinar con frecuencia.
Ninguno de los métodos resultó ser más efectivo que el otro, y no se encontró ninguna relación entre el método de entrenamiento y los problemas urinarios posteriores.
El método de entrenamiento de esfínteres no es tan importante como lo es el asegurarse de no crear un ambiente traumático, afirmó la Dra. Kristin Kozakowski, uróloga pediátrica del Hospital Pediátrico de Florida.
Cualquiera de los dos métodos funciona siempre y cuando los padres no muestren una actitud negativa, sino que den un refuerzo positivo. Todos los niños van a tener algún accidente.
Muchos padres usan varios métodos combinados, incluso aunque los padres lo hagan lo mejor posible, algunos niños aguantan hasta el último momento. Eso es lo que más tarde crea problemas, es difícil saber si es por la personalidad del niño, por algo que ocurrió o por si tienen miedo al baño. Algunas de estas cosas tienen que ver con el niño y otras con el ambiente que le rodea, los niños normalmente lograrán el entrenamiento de esfínteres cuando estén preparados. Los padres no deberían discutir por esto o hacer que sea una experiencia traumática, lo que podría traer problemas más adelante.
Consejos para un entrenamiento en control de los esfínteres libre de problemas
Cuando piense que ha llegado el momento, Barone y Peter Stavinoha, psicóloga clínica del Centro Médico Pediátrico de Dallas, les ofrecen estos consejos para entrenar a los niños:
Busque señales de que está listo. Éstas incluyen mostrar interés en el baño; permanecer seco durante las siestas o durante varias horas al día; poder seguir instrucciones sencillas; poder bajarse los pantalones, y usar palabras, posturas o expresiones faciales que indiquen que tienen que ir al baño.
Coloque un sanitario para niños en el baño. Pruebe ensayar cuando crea que su bebé necesita ir al baño. Haga que se siente o se quede de pie frente al sanitario durante unos minutos varias veces al día. Lo más probable es que el bebé no lo use. Pero puede ayudarle a reconocer la urgencia de ir al año y asociarla con el sanitario.
Si su hijo se resiste, no se preocupe. Crear una batalla de voluntades sólo hará que el proceso sea innecesariamente difícil para papá o mamá. Deje el tema por unas semanas, y luego inténtelo de nuevo.
Durante el entrenamiento de esfínteres, evite preguntar: «¿Tienes que ir al baño?». Es casi seguro que le dirá que «no».
Si un niño tiene cuatro o cinco años y no permanece seco durante el día, o si sospecha que el motivo podría ser una causa física, discútalo con el pediatrla.
Fuente: Miami Children’s Hospital, Miami, Fla