Las personas que bailan o realizan actividad física parecen ser los más adecuados para lograr la asociación mente-cuerpo, pero en realidad las personas que meditan son quienes mejor acoplan esa conexión.
A dichas conclusiones llegó el estudio realizado por el Dr. Robert Levenson de la Universidad de California en Berkeley EUA. Los autores encontraron que los bailarines, que desarrollan la conciencia y el control de sus músculos, no logran una conexión mente-cuerpo más fuerte que el común de las personas, la gente que medita sí consigue esta sana y deseable asociación.
En el estudio buscaron medir con precisión cuan cerca está esta conexión y encontraron que es mucho más fuerte en la gente que medita, comenta el Dr. Levenson, las conclusiones del estudio fueron publicadas en la revista Emotion.
Para llegar a dichas conclusiones, los autores trabajaron con tres grupos de personas: un conjunto llevaba mucho tiempo meditando, el otro bailando y el siguiente era un grupo control que no realizaba ninguna de estas dos actividades. Todos tenían entre 18 y 40 años de edad, cada voluntario observó escenas de películas muy emocionantes e indicaron como se sentían, al mismo tiempo, electrodos ubicados en distintas partes registraban como iba reaccionando su cuerpo frente a los sentimientos.
Todos los participantes reaccionaron de forma similar a las escenas pero solo los que meditaban mostraron una correlación fuerte entre esas emociones y la frecuencia cardíaca. Por el contrario, no se observaron diferencias muy importantes entre los bailarines y el grupo control.
Por ese motivo, el Dr. Levenson concluye que las personas que meditan logran una conexión cuerpo-mente mucho más intensa. El especialista aseguró que los múltiples beneficios a la salud que vienen de la mano de la meditación se relacionan con esta asociación entre la mente y el cuerpo.