Médicos y agencias de protección contra el abuso de menores deben intervenir cuando las creencias religiosas de los padres impiden que los niños reciban la atención médica que necesitan.
En una declaración escrita, la Comisión de Bioética de la Academia Estadounidense de Pediatría insta a que todoslos estados eliminen cualquier excepción en las leyes sobre abuso y abandono infantil. Esas excepciones alcanzan las creencias religiosas de los padres. La comisión rechaza el uso de fondos públicos para la salud en las curaciones religiosas o espirituales.
Eso significaría que los sistemas de salud Medicare y Medicaid deben dejar de cubrir los servicios hospitalarios de la Ciencia Cristiana, por ejemplo. Los beneficiarios de los seguros públicos podrían atenderse en los hospitales de las organizaciones religiosas.
Es muy importante que todos los niños reciban la atención médica adecuada, que las políticas de los estados sean claras sobre la obligación de brindar esa atención y que los fondos estatales para la salud se utilicen con terapias médico-científicas conocidas y efectivas, sostiene el Dr.Armand Antommaria, director del Centro de Etica del Hospital de Niños de Cincinnati, Ohio EUA, y uno de los principales autores de la declaración.
Comenta que aún existen padres que rechazan la atención médica para sus hijos por creencias religiosas.
Ciertos creyentes, como muchos científicos cristianos, promueven la oración antes y en lugar de los tratamientos médicos cuando una persona enferma. Los testigos de Jehová no aceptan las transfusiones de sangre.
Los padres tienen el derecho de comparar los beneficios y riesgos de los tratamientos que recibirán sus hijos y decidir en su nombre.
Pero éstas decisiones dejan de ser un derecho cuando las decisiones alcanzan el nivel de abandono o abuso.
Recientemente, un tribunal en Ohio decidió que un hospital podía forzar a una niña amish de 10 años con leucemia a retomar la quimioterapia, luego de que sus padres decidieran reemplazarla con terapias naturales. La familia sabía que la niña tenía un 85% de posibilidad de sobrevivir con el tratamiento, pero que moriría en un año si no lo recibía.
La novedad de la declaración es que los expertos instan a los planes de cobertura gubernamentales a no pagar las terapias espirituales y religiosas sin efectividad comprobada, como los servicios de los sanatorios y otras instituciones religiosas, no médicas.
La pregunta sería, no tanto si las terapias tienen un fundamento científico o religioso, sino si son efectivas.
Existen tratamientos complementarios y alternativos efectivos que deben cubrirse
Fuente: Pediatrics