Un médico australiano, miembro de una secta religiosa, perdió su licencia después de prescribir un tratamiento de castración química a un joven que buscaba «curarse» de la homosexualidad.
El Dr. Mark Christopher James Craddock, seguidor de la exclusiva secta Brethren Christian, recetó a su paciente ciproterona acetato durante una consulta que duró unos diez minutos.
La ciproterona acetato, tiene propiedades antiandrogénicas y reduce la libido, es utilizada en tratamientos contra el cáncer de próstata y desórdenes severos en los varones, así como en pacientes con desviaciones sexuales.
En una carta enviada a las autoridades sanitarias, el paciente, quien también era miembro de la secta, relató que uno de los líderes de Brethren Christian le recomendó acudir al Dr. Craddock para que le diera medicamentos para tratarlo.
El Dr. Craddock admitió ante las autoridades médicas que él no manejó el historial médico ni sometió a su paciente, cuya identidad no fue revelada, a un examen físico, así como tampoco le habló de los efectos secundarios, como la impotencia, ni lo citó a otra consulta médica o lo remitió a un psicólogo.
El comité médico determinó que el Dr. Craddock, de 75 años, es culpable de conducta profesional no satisfactoria y le prohibió practicar la medicina.