En un experimento, investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, utilizaron los vehículos de transporte del organismo, los exosomas, para hacer llegar fármacos al cerebro.
Según los científicos, que publican en Nature Biotechnology, el avance puede ser vital para el desarrollo de tratamientos para enfermedades como Alzheimer, Parkinson y distrofia muscular.
Uno de los principales desafíos médicos en las enfermedades del cerebro es cómo lograr que un medicamento cruce la barrera hematoencefálica.
La función de esta barrera, ubicada entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central, es impedir el paso de sustancias tóxicas al cerebro, y al mismo tiempo permitir el paso de oxígeno y nutrientes.
Esto ha ocasionado enormes problemas para la medicina pues los fármacos también pueden ser bloqueados por la barrera. En la investigación, los científicos utilizaron unas vescículas, llamadas exosomas, para poder cruzar la barrera.
Los exosomas son la propia «flota» de pequeñísimos vehículos de transporte del organismo que se encargan de llevar materiales entre una célula y otra. Es la primera vez que se logra explotar este sistema natural para el transporte de medicamentos.
El equipo dela Universidad de Oxford cultivó exosomas de células dendríticas de ratones. Las células dendríticas forman parte del sistema inmune y se encargan de producir naturalmente grandes cantidades de exosomas.
Los investigadores fusionaron los exosomas con proteínas tomadas del virus de rabia, que puede adherirse a los receptores de neuronas, para que pudieran llegar hasta el cerebro y los inyectaron, junto con un código genético, de vuelta a los ratones.
Los resultados mostraron que la inyección logró desactivar un gen, llamado BACE1, que se cree está involucrado en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. El estudio mostró una reducción del 60% en la actividad de este gen.
Los investigadores creen que el método puede modificarse para tratar varias enfermedades en otras partes del organismo y están trabajando en el envío de exosomas al músculo.
Los científicos ahora planean probar el tratamiento en ratones con Alzheimer para ver si el trastorno presenta cambios y esperan comenzar ensayos en humanos en los próximos cinco años.
La Dra. Susanne Sorensen, de la organización Alzheimer´s Society, comenta que si este método demuestra ser seguro en humanos, en el futuro se puede llegar a tener más medicamentos efectivos disponibles para pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. Simon Ridley, jefe de investigación de Alzheimer Research Uk, señala que ésta es una investigación innovadora, pero todavía esta en las etapas preliminares y falta mucho camino por recorrer antes de poder contar con un tratamiento para pacientes.
El diseño de fármacos que logren cruzar la barrera hematoencefálica es un objetivo fundamental de la investigación que promete una mejoría en la efectividad de los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer en el futuro.