Según un nuevo estudio canadiense, el uso de la llamada «medicina complementaria y alternativa» en pediatría va en aumento. Muchos niños que participaron en el estudio tomaron multivitamínicos mientras que a otros se les trato con masajes, aromaterapia y quiropráctica.
El uso de la medicina alternativa es mucho mayor en los niños que tienen una condición específica, pues los padres siempre se preguntan: ¿Qué más puedo hacer para ayudar a mi hijo? ‘», comenta la Dra. Joyce Frye, epidemióloga del centro para la Medicina Integrativa de la Universidad de Maryland.
Debido a que no existe una definición clara del término, cualquier sistema de atención de salud, la práctica o producto fuera de la medicina alópata, se agrupan bajo la etiqueta de medicina complementaria y alternativa.
Los resultado del estudio se publicaron en la revista Pediatrics, para realizar la investigación, se preguntó a más de 900 padres de niños en dos hospitales infantiles en Canadá si sus hijos habían usado la medicina alternativa y, en caso afirmativo, cómo. Los pacientes fueron atendidos en cardiología, gastroenterología, neurología, oncología o clínicas respiratorias.
Casi la mitad de los padres informaron que su hijo había utilizado una terapia alternativa, al mismo tiempo que se le haya sometido a tratamiento médico convencional. Casi el 10% de los padres dijeron que habían vuelto a la medicina alternativa antes de buscar tratamiento convencional para la enfermedad de su hijo, y el 5% usó medicina complementaria en lugar de la medicina convencional.
Los productos alternativos más utilizados fueron las vitaminas y los minerales, seguido por los productos a base de hierbas y remedios homeopáticos, mientras que las prácticas más populares fueron los masajes, curación por la fe (que puede incluir la imposición de manos o la visita a un lugar espiritual) la manipulación quiropráctica, aromaterapia y técnicas de relajación.
En EUA, la información más reciente sobre el uso de la medicina alternativa en niños fue publicada como parte de un informe el Instituto Nacional de Salud Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa. Se encontró que casi el 40% de los adultos y el 12% de los niños, o 1 de cada 9 niños, han usado alguna forma de medicina complementaria. Los niños cuyos padres utilizan terapias complementarias es mucho más probable que lo hagan, así como los adolescentes, cuyos padres tienen más alto nivel de educación.
Algunas terapias alternativas se han estudiado con más rigor, incluyendo la acupuntura. Una revisión de 37 estudios canadiense llegó a la conclusión de que la práctica es generalmente segura para los niños. El estudio encontró que la incidencia de eventos adversos durante la acupuntura era ligeramente superior al 10%, y la mayoría fueron leves.