Tomar una pastilla de naltrexona (ReVia) al dejar de fumar puede ayudar a las mujeres a mantener a raya el temido aumento de peso, según una investigación reciente realizada por la Dra. Andrea King, profesora de psiquiatría y neurociencia conductual de la Universidad de Chicago en EUA.
La Dra. King y su grupo de investigadores analizaron dos estudios que comparaban las tasas de abandono del hábito y el aumento del peso entre fumadores crónicos que recibieron naltrexona o un placebo, junto con un parche de nicotina y consejería mientras intentaron dejar de fumar.
Las mujeres que tomaron naltrexona no aumentaron de peso a los seis y a los doce meses tras dejar de fumar en comparación con las mujeres que recibieron el placebo, los resultados del estudio aparecen en la revista Biological Psychiatry.
El aumento de peso es un problema esencial para las personas, sobre todo las mujeres, que sufren presión social y pueden sentirse más insatisfechas con sus cuerpos, señala la Dra. King.
Más del 80% de las personas que dejan de fumar aumentan de peso, el aumento promedio es de entre 2.2 y 4.5 kilos, durante la cesación del tabaquismo el aumento de peso es modesto y no constituye un problema grave de salud en comparación con el beneficio de salud de dejar de fumar.
Las mujeres, tienen más probabilidades de participar en programas para abandonar el tabaquismo si existe forma de controlar el aumento de peso, y en ese aspecto la naltrexona es importante.
El tabaco es la principal causa de muertes prevenibles en EUA, y la obesidad es la segunda, las mujeres fuman más para la regular emociones, y sin esa muleta, puedenn recurrir a alimentos dulces y ricos en grasas más que los hombres.
La naltrexona bloquea los efectos de los opiáceos en el cuerpo, lo que ayuda a reducir la ansiedad por alimentos dulces y grasos.
«Si hay momentos en que tiene que comerse un dulce o fumarse un cigarrillo, el dulce es mejor, y no se lo reproche», aconsejó King.
La naltrexona está aprobada para ayudar a las personas a vencer las adicciones a las drogas y al alcohol.
Fuente:American Lung Association