Muchas personas que hacen dieta se sienten felices cuando alcanzan su meta de peso, pero ese peso se recupera poco después de una forma u otra.
Una investigación reciente a cargo del Dr. Christopher Sciamanna, que se publicará en la edición de la revista American Journal of Preventive Medicine, podría ayudar a explicar el motivo. Las conductas que ayudan a las personas a perder peso no coinciden mucho con las que ayudan a mantener el nuevo peso, según científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania.
El equipo investigó si dos conjuntos distintos de patrones de pensamiento y conducta se asociaban con la pérdida de peso, que se definió como perder el 10 % del peso corporal en un año, y el mantenimiento de la pérdida de peso, que es mantener esa pérdida de diez por ciento durante un año.
Mediante una encuesta aleatoria de 1,165 adultos, hallaron que ambas cosas coinciden poco, quienes usaban una rutina constante de ejercicio o comían bastante proteína de fuentes bajas en grasa eran más propensos a reportar el mantenimiento de la pérdida de peso, no pérdida de peso. Y los que reportaron hacer distintos tipos de ejercicio o planificar las comidas por adelantado, por ejemplo, eran más propensos a reportar pérdida de peso, pero no el mantenimiento de la pérdida de peso.
Por tanto, concluyeron los investigadores, los programas de dieta tal vez deban guiar a los participantes de manera distinta para gestionar cada fase específica, la profesora de nutrición Alice A. Lichtenstein, del Centro de Nutrición Humana del USDA en la Universidad de Tufts, en Boston, afirma que un punto importante es, si se debe enfatizar más la estabilización de la pérdida de peso de lo que se hace ahora, ya que cuando se pierde peso, es emocionante, hay muchos cambios agradables. Cuando llegamos al punto que deseamos mantener, la actitud mental cambia. Algunos luchan con añadir más calorías y aprender a comer alimentos que tal vez no estaban en su plan de dieta.
Según el autor del estudio, el Dr. Christopher Sciamanna, creó la base de la encuesta al reclutar y entrevistar a personas que tuvieron éxito en su mantenimiento de pérdida de peso, que se definió como perder un mínimo de 13.5 kilos y mantener la pérdida durante al menos un año. Entonces, se preguntó a los adultos encuestados por teléfono sobre 36 estrategias en las que podían pensar y hacer para lograr perder peso y mantener la pérdida.
Catorce de las estrategias se asociaron con une pérdida de peso o un mantenimiento de la pérdida exitosos, pero no con ambas cosas.
Los investigadores hallaron que las estrategias que solo se asociaban con la pérdida de peso incluían participar en un programa de dieta; buscar información sobre la pérdida de peso, la nutrición o el ejercicio; limitar la ingesta de azúcar; planificar las comidas por adelantado; evitar saltarse comidas; y pensar sobre lo bien que uno se siente cuando está más delgado.
Las estrategias que solo se asociaban con el mantenimiento de la pérdida de peso incluían comer bastante proteína baja en grasas; seguir una rutina constante de ejercicio; recompensarse a uno mismo por adherirse al plan de alimentación; y recordarse a uno mismo el motivo por el que necesita controlar el peso.
Se necesita más investigación para estudiar distintos métodos usados por las personas que perdieron peso, y debemos ver distintas estrategias para ver qué funciona a largo plazo. Pasamos tanto tiempo hablando de perder peso, y realmente no nos enfocamos en el mantenimiento del peso.
Fuente: HealthDay