Un estudio realizado en Francia a cargo del Dr. Eloi Marijon, del Centro de Investigación Cardiovascular de París, sugiere que los atletas jóvenes representarían sólo una fracción del total de paros cardíacos asociados con el deporte, ya que la mayoría de esos eventos, en los que el corazón se detiene sin aviso, ocurre en adultos que practican deportes recreativos.
Los resultados del estudio aparecen luego de varias muertes súbitas en el campo de juego, como la de Wes Leonard, jugador de baloncesto de un colegio secundario de Michigan que se desplomó después de lanzar una pelota ganadora.
Los autores del estudio documentaron 820 casos de paro cardíacos asociado con el deporte en cinco años. Eso representa entre cuatro y cinco muertes anuales por millón de habitantes.
Los resultados, según el equipo del Dr. Marijon, demuestran la importancia de realizar rápidamente las maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) cuando una persona cursa un paro cardíaco.
Los datos surgen de combinar los informes de los servicios de ambulancia que atendieron paros cardíacos en personas que estaban haciendo ejercicio y los comunicados de prensa sobre esas emergencias.
El equipo analizó paros cardíacos asociados con el deporte que ocurrieron entre el 2005 y el 2010 en adolescentes y adultos de 60 de los 96 distritos de Francia.
Cincuenta de los 820 casos fueron en atletas competitivos de entre 10 y 35 años. Eso indica que, en promedio, ese grupo sufrió más paros cardíacos que la población general: 10 por millón de personas al año, quizá esos jóvenes son más propensos a morir de muerte cardíaca, dijo el Dr. Kim Harmon, especialista en medicina del deporte de la University of Washington en Seattle.
Aun así, más del 90 % de todos los paros cardíacos ocurrió durante la práctica de deportes recreativos, como andar en bicicleta o trotar. Se trataba de hombres saludables de entre 35 y 65 años.
Cada año, unos 300.000 estadounidenses tienen un paro cardíaco y la mayoría muere.
Los expertos coinciden en que lo que ayuda a prevenir la muerte en personas con paro cardíaco es la administración inmediata de RCP o la desfibrilación, que es un choque eléctrico al corazón para restablecer el ritmo normal.
Nada hace pensar que la frecuencia de estos eventos sea muy diferente en Estados Unidos comparado con otros países.
Fuente: Circulation