Una investigación reciente sugiere que los padres deprimidos son más propensos a ser más descuidados con sus hijos y a usar el castigo físico, aunque los niños sean pequeños y todavía gateen.
Un estudio en el que participaron padres de niños de un año de edad encontró que eran más propensos a golpear a sus hijos.
Los síntomas depresivos en los padres puede afectar negativamente la forma en que interactúan con sus hijos, afirma el Dr. R. Neal Davis, Pediatra de Intermountain Healthcare, en Murray, Utah.
Para el estudio, publicado en la revista Pediatrics, el Dr. Davis y sus colegas evaluaron los datos de 1,746 padres de niños de un año de edad que participaron en el estudio Familias Frágiles y Bienestar del Niño. Este estudio de largo plazo da seguimiento a cerca de 5,000 niños que nacieron en las grandes ciudades de EE. UU. Entre 1998 y 2000.
En general, el 7 % de los padres había tenido un episodio depresivo durante el año anterior, que es algo normal en la población general, destaca el Dr. Davis, que realizó el análisis mientras llevaba a cabo la investigación en Pediatría en la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
Los investigadores encontraron que el 41% de los padres deprimidos eran casi cuatro veces más propensos a golpear a su hijo, y el 13 % de los padres no deprimidos lo hacían.
Los padres deprimidos también tenían menos de la mitad de probabilidades de leer cuentos a sus hijos tres o más veces a la semana en comparación con los padres no deprimidos.
No hubo diferencias en cuanto a los informes de padres que jugaban o cantaban a sus hijos, independientemente de que estuvieran deprimidos o no.
El Dr. Davis subraya que el estudio encontró una relación, entre la depresión y la conducta paterna. La irritabilidad acompaña a menudo a la depresión, lo que podría explicar la mayor incidencia de golpes.
La Academia Estadounidense de Pediatría se opone a pegar al niño por cualquier razón, ya que los golpes pueden llevar a la agitación y al aumento de la agresividad en niños preescolares y escolares.
La Academia exhorta a los padres a recurrir al método de tiempo fuera (time-outs) o de otros métodos de disciplina y advierte que los golpes en los niños menores de 18 meses de edad aumentan el riesgo de lesionarlos. También advierte de que en los niños mayores, los golpes frecuentes se relacionan con un mayor riesgo de violencia.
El Dr. Davis explica que un niño de un año no está en una fase de desarrollo apta, por lo que no puede relacionar un golpe con cualquier comportamiento que haya tenido.
La trascendencia de la depresión en los nuevos papás ha acaparado la atención en los últimos años, a medida que los expertos reconocen que la salud mental del papá puede afectar el desarrollo y el bienestar del niño. La incidencia de la depresión parental parece ser más elevada durante el primer año de crianza de los hijos.
Hay datos en EE.UU. y a nivel mundial de que entre el 5 y el 10 % de los papás tendrán depresión, esperan que más pediatras aborden la posibilidad de la depresión durante las consultas de niño sano, a la que los papás asisten cada vez más. El 77 % de los papás estudiados informó haber hablado con el médico de su hijo el año anterior. Los síntomas de la depresión varían, pero pueden incluir tristeza profunda, pérdida o aumento de peso, dificultad para concentrarse, fatiga e insomnio frecuente, menor deseo sexual, irritabilidad crónica y frustración, sentimientos de culpa o inutilidad y pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban. Otros posibles síntomas incluyen pensamientos sobre la muerte o problemas físicos sin explicación, tales como dolor de cabeza o de espalda.
Fuente: R. Neal Davis, M.D HealthDay