Los cambios de presión durante los viajes en avión podrían hacer que las bombas de insulina emitan demasiada o muy poca cantidad de medicamento, lo que podría poner en riesgo a los diabéticos extremadamente sensibles a estas variaciones, reveló un estudio a cargo del Dr. Bruce King, del Hospital de Niños John Hunter en Newcastle, Australia.
El objetivo fue investigar, después de saber de una niña de 10 años con diabetes tipo 1 a la que le bajó demasiado la glucosa una hora después del despegue.
Tras saber que otros diabéticos que usaban bombas de insulina, que se colocan generalmente a personas con diabetes tipo 1 para que administren la hormona a lo largo del día, tenían experiencias similares, los investigadores pusieron 10 de estos dispositivos en un vuelo comercial.
Durante el despegue, cuando la presión del aire estaba disminuyendo, las bombas emitieron entre 1 y 1,4 unidades extra de insulina de promedio. Durante el aterrizaje, cuando la presión estaba en aumento, cierta cantidad de insulina regresó a las bombas, lo que provocó la emisión de poca cantidad de la hormona, es decir menos de una unidad.
La reducción de la presión atmosférica provoca la emisión predecible e involuntaria de insulina en las bombas por la formación de burbujas y la expansión de las burbujas existentes, comento el Dr. King y su equipo.
Cualquier persona que usa una bomba de insulina debe saber que los grandes cambios en la presión pueden causar este efecto, el resultado del estudio se publicó en la revista Diabetes Care.
No obstante, otros especialistas en diabetes señalaron que el problema es poco frecuente y que, en la mayoría de los diabéticos, rara vez causa problemas. Desde luego no es un problema frecuente ni recurrente en los pacientes que vuelan, pero las personas muy sensibles a los pequeños cambios en las dosis son las que van a ser más padecerán esta cuestión. Las personas que reciben dosis amplias o que no son muy sensibles (…) son mucho menos propensas a verse afectadas.
El equipo del Dr. King recomendó desconectar la bombas antes del despegue y del aterrizaje y asegurarse de que no haya burbujas de aire en la insulina antes de reconectarlas y es muy importante que las personas sepan cómo realizar esto correctamente.
Los pacientes deben comprobar con sus médicos si esto podría ser un problema para ellos y, en caso afirmativo, cómo lidiar de manera segura con el asunto.