Alguna vez Faye Dunaway dijo que lo mejor para ser bella es simplemente ser feliz. Puedes ser la mujer más hermosa del mundo, pero si no te sientes cómoda contigo misma no vas a lucir. Ser dueña de tu belleza significa que aceptas y reconoces los rasgos lindos que posees. También significa que resaltas lo que sientes es más hermoso ti. Todo esto te hace sentir cómoda contigo misma y por lo tanto proyectar tu belleza al mundo exterior.
2.- Acepta tu genética y tórnala a tu favor
Esto significa que aceptes tu tipo de cuerpo y tu estatura, la forma intrínseca de tu cara y la predisposición a tener hombros anchos que viene de tu padre o las caderas anchas de tu madre. Si mides 1.50 cm nunca medirás 1.60 y ¡está bien! Aceptar tu genética implica un autoanálisis así como expectativas realistas acerca de los factores que afectan tu belleza. Destaca tus puntos fuertes. Encuentra tus mejores facciones y acentúalas al máximo.
3.- Acepta tu edad
Entiende y acepta que en todos y cada uno de nosotros el tiempo pasa. Es algo que no podemos controlar. Puede ayudar el realizar que siempre habrá gente mayor y menor que uno, pero aprende a entender los beneficios de la madurez. La experiencia y la sabiduría con gran frecuencia triunfan sobre la juventud. No hay cosa menos atractiva para un hombre que ver a una mujer madura queriendo parecer adolescente.
4.- Para de quejarte y empieza a actuar
Aprende a incorporar cambios positivos en tu vida que van a hacer que te veas y te sientas mejor. Los cambios son difíciles. Motívate a hacer lo que tienes que hacer. Esto significa ejercitarte frecuentemente, comer mejor, usar bloqueador solar, dormir más y manejar el estrés y las frustraciones en tu vida diaria.
5.- Olvida los productos milagrosos para embellecer, no existen
La belleza realista, es decir aquella que emana de tu interior, no es solo un concepto, es un proceso de vida. No es un arreglo rápido. No es una dieta, una crema o una rutina deportiva milagrosa. No existe la píldora de la felicidad que te va a hacer una mejor persona o más popular. Se trata de cambiar tu actitud. De realmente volverte un mejor ser humano. Tomará esfuerzo, pero la mayoría de las cosas que valen la pena cuestan trabajo.
6.- Grandes cambios = Gran inversión (en tiempo y esfuerzo)
La mayoría de los cambios que hagas para mejorar van a ser altamente satisfactorios y seguramente serán muy motivadores, pero también debes recordar que los grandes cambios no vienen de pellizcos menores. Solo tu puedes encontrar el tiempo y el esfuerzo para establecer los compromisos necesarios para los cambios en el estilo de vida que te van a llevar a la felicidad que anhelas. Es posible crear y vivir con una nueva forma de pensar, una nueva mentalidad, no importa la edad que tengas. Una mentalidad que abarque todo el escenario sobre tu vida entera, no solo un cambio momentáneo que sabes que no será duradero.
7.- No te compares con otras personas
Cada persona es única e irrepetible y cada uno de nosotros tiene rasgos y cualidades que son singulares. Algunas tienen una linda cada pero una horrible personalidad, o una figura sensacional pero un pelo chino, que no les agrada porque lo considera imposible de manejar. Anhelar los atributos físicos de otra persona no es sano ni realista. Compararse con otros es un ejercicio completamente inútil y perjudicial ya que erosiona tu autoestima. Déjate encantar por quien eres y de inmediato lucirás más feliz y mejor.
8.- No te atores en un bache de belleza
Acepta los cambios realistas en tu belleza. No vives ni te comportas hoy como lo hacías décadas antes, así que ¿porqué pretendes verte a los 50 igual que te veías a los 20? Tu belleza debe evolucionar contigo para ir acorde con tu personalidad, tu presupuesto y tu tipo de figura de acuerdo con la etapa actual de tu vida. Las que están atoradas en un bache de belleza son incapaces de asesorarse de manera realista al estar apegadas al mismo estilo de peinado, color de pelo, cuidado de la piel, maquillaje y ropa que ¡ya no les van! Hay que verse de acuerdo con la moda y con la edad que uno tiene, lo importante no es verse joven, sino verse bien y con clase, sin importar la edad.
9.- Deja que tu rutina de belleza fluya
Crea una rutina de belleza simple que funcione para tu, de tal forma que puedas hacerla todos los días. Escoge una rutina que logres dominar para que te haga ver estupenda. Además cuando conozcas las bases de lo que te queda mejor, perderás menos tiempo y dinero en buscar y comprar ropa y artículos de maquillaje que nunca vas a usar.
10.- Cuenta tu bendiciones
Agradece lo que tienes y no anheles lo que careces. La próxima vez que tu pelo tenga un mal día o te compadezcas de ti misma, trata de recordar lo afortunada que eres. Agradece el hecho de tener salud, una buena relación de pareja o una amistad en quien contar. Entiende que tu situación podría ser mucho peor. Realiza cuantas personas desearían tener lo que tu tienes (sin olvidar que mal de muchos consuelo de tontos). Un muy buen ejercicios es hacer una lista de todas las bendiciones que tienes. Escribe uno a uno todo lo positivo que hay en tu vida (trabajo, familia, salud, dinero, amo, lo que sea que tu tengas, escríbelo). Agradecer todo lo que ha sido y es bueno en la vida es emocionalmente satisfactorio y altamente enriquecedor.